Editorial
TANATOLOGIANDO – IMPORTANCIA DE SABER MEDITAR
TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
IMPORTANCIA DE SABER MEDITAR
Pero ¿Qué es la meditación?
La meditación es ponerse en contacto con la sabiduría infinita creadora, de todas las cosas y de todos los seres, de ninguna manera como médium o personas que quieren hablar con muertos ni nada de eso.
Es el ponerse en contacto con la Fuente Creadora, con la substancia primordial, con la fuerza creadora de todo lo existente, con nuestro Yo Superior, es decir, la sabiduría infinita que está dentro de nosotros desde siempre, y que nos une a todos en el UNO.
Debemos desear en la meditación para los demás con sinceridad, lo que deseamos para nosotros.
Convendría buscar un maestro, que pueda ser guía por el camino de una forma segura y firme, que le pueda explicar a uno, de manera clara, los aspectos, fenómenos, luces, voces y sensaciones como sentir una corriente de energía, como una corriente eléctrica que va de sur a norte pasando por el cuerpo, sentirse más ligero al caminar, ráfagas suaves de aire al inicio y diversas sensaciones que aparecen cuando maestros espirituales acuden a nuestra práctica, que se presenta durante la meditación.
Se tienen que considerar aspectos esenciales para poder practicarla y es que se tiene que ser totalmente positivo, ya que la meditación es una manera de elevar la vibración y si se persiste en lo negativo, miedos, temores, angustias, fracasos etc., estos vibrarán más intensamente en el cuerpo, creando una situación destructiva en nosotros; ya que hacemos un viaje al fondo de nosotros mismos, a nuestra información genética, hereditaria, ancestral, kármica, donde están los aspectos negativos, así también está lo maravilloso y extraordinario.
Durante la meditación uno debe hablar en voz baja, suave, pero audible a nosotros mismos, para que no se pierda el enlace del consciente con el subconsciente y poder reprogramar nuestra información. Primero sacar de nosotros las vibraciones y sensaciones negativas y luego incorporar las vibraciones positivas complementarias. Se pueden añadir mantras o sonidos que ayuden a integrarnos a esa fuerza armoniosa vibratoria como el OM o escuchar música de preferencia de campanas o cuencos tibetanos y lo más importante es estar vigilantes de como entra y sale nuestro aliento.
Al principio cerrando los ojos después de hacer 3 respiraciones profundas pueden aparecer toda clase de imágenes y pensamientos de la vida cotidiana, y es importante no luchar con ellos sino dejar que pasen solamente y procurar que la mente quede como en la nada, para dar espacio a lo que pudiéramos sentir o imaginar, así se va haciendo más grande nuestra sensación positiva y optimista de paz y armonía.
Si no se está familiarizado con esta práctica, será un poco difícil concentrarse, pero con el tiempo se va adquiriendo la habilidad para hacerlo, por eso se recomienda comenzar con 10 minutos por día y así ir ocupando un poco más de tiempo según se vaya avanzando.
Se busca un lugar tranquilo donde esté libre de ruidos y muy cómodo, de preferencia que siempre sea el mismo lugar, descalzos ya sea sentado con la espalda erecta sobre una silla o en un tapete sentado sobre un cojín o un banco inclinado a modo que la columna vertebral quede totalmente perpendicular al piso, cerrando nuestros ojos con las manos de preferencia sobre nuestros muslos con las palmas hacia arriba. Esta práctica puede durar desde 10 minutos hasta varias horas según tengamos la capacidad de concentración, y ya depende de nosotros lo que queramos obtener o sea que puede ser solo para estar en el centro de nosotros mismos o que queramos logar algo, siempre en beneficio de nosotros y de los demás, esta práctica nos sirve para reconocernos a nosotros como seres de energía transitando en la tierra, pero con la meta de vivir lo que es nuestra esencia.
Al terminar la sensación debe ser de alegría, paz, armonía, confianza, alegría por vivir y sentirse llenos de amor y bondad.
Edwin J. Dingle Mei
REGULARMENTE REVÍSATE A TI MISMO, es uno de los grandes secretos del desarrollo personal
Edwin J. Dingle Mei