Editorial
Minificciones – Mauricio Ocampo Campos
Minificciones
Mauricio Ocampo Campos
La hora de Juan Gabriel
TODOS SE PREGUNTAN por qué este programa tiene tanto éxito, si el rock pesado no tiene muchos seguidores. Pues bien, ellos eran una pareja de locutores promedio. Cuentan que un día llegaron antes de la emisión de su programa ──que era el primero en transmitirse──, se metieron a la cabina y decidieron hacer realidad su fantasía sexual. Así que se desprendieron de su ropa y ella en sus múltiples orgasmos estiró la pierna y con el pie encendió el botón de ˂˂Al aire˃˃, transmitiendo su sesión de sexo en vivo. Como era de esperarse, los escuchas incrementaron de inmediato, pero ellos terminaron en la calle volviéndo su osadía un relato de culto. A partir de eso, ˂˂La Hora de Juan Gabriel˃˃ tiene el rating más alto de la radio independiente por internet, y todos los viernes a las 12:00 a.m., rafaguean a sus escuchas con la entrada al aire de una sesión multiorgásmica antes de la ya tradicional Querida.
Radio reloj
DICEN QUE en la Habana hay un locutor que envuelto en el tic tac de un segundero, anuncia el acontecer del mundo y da a conocer minuto a minuto el tiempo que ha consumido de su vida.
Una chica no agraciada
ELLA ES UNA CHICA hermosa, gastó todos sus ahorros en modificar su cuerpo. Pensó que de ahí para adelante todo sería mejor: Conoció a un hombre guapo y de dinero; se casó, tuvieron un hijo y no vivió feliz por siempre. Aprendió que la genética es más cruel y voraz que la chismosa de la vecindad.