Editorial

FÓSFOROS – MELISA COSILIÓN

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FÓSFOROS

MELISA COSILIÓN

 

La noche de ayer fue verdaderamente oscura

dentro de la casa, chocando con los pocos muebles,

los golpes se acomodaron como notas de baile.

Como no amanecía, encendí un fósforo.

Empecé a escribir al sentirme con frío,

pero las letras se estancaron tan hondo

que ni siquiera me llegaron a las uñas,

pensé en ti y encendí otro cerillo.

 

La luz amarilla delineó una silueta

en la profundidad almidonada de las cortinas

-en esta oscuridad no quiero que nadie sepa

que se me arrebata la sangre cuando te pienso-

y mientras el último fósforo se consumía

tu recuerdo también me quemaba los dedos

porque tienes la misma sustancia que el fuego,

por eso no me acompaña siquiera tu sombra.

 

PORQUE MI CORAZÓN ES CÁNTARO

que emerge de la tierra,

y fui naciendo semilla,

rompiendo mi estructura diminuta

hasta volverme cimiento del cielo.

Hombre:

siente mi cuerpo de espina

bajo tus dedos,

mi carne lista para arder

en el fuego de tu cuerpo,

para hervir bajo la noche

de Gemínidas sin luna.

Abre tu boca despacio,

porque estoy lista

para que bebas,

para volcar mi aguardiente

sobre tu boca.

Tómame despacio

porque soy sangre fecunda,

por siempre una hija de la Tierra,

y de la buena medicina.

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