Editorial

Padecimientos literarios y otras afecciones – El Testigo

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Mariel Turrent

Padecimientos literarios y otras afecciones

El Testigo

 

La noche repleta de lluvia obliga al gato a permanecer en el pretil. Bajo la cornisa que cubre la ventana, en silencio, se asoma a través del cristal lamiéndose los bigotes. Espectador de un ritual incandescente, saborea el calor que despide el amor de dos siluetas revolcándose en la húmeda penumbra. Hombre y mujer: una fusión apasionada.

A ritmo desenfrenado, ella es poseída, y en el espasmo causado por el vértigo del deseo él gime con instinto animal. Converge su mirada con los felinos ojos que lo observan. En el vidrio se empalman dos reflejos diluidos en una imagen. El gato, desde afuera, abandona su materia y entra al cuerpo que cabalga. El jinete del amor también sufre la mudanza. Y la noche repleta de lluvia lo obliga a permanecer en el pretil donde, en silencio, se asoma a través del cristal.

 

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