TANATOLOGIANDO – A MI PADRE

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

A MI PADRE

Cada noche un sufrimiento más, pero ¿para nosotros o para mi papá? que fue brutalmente atacado por esa maldita enfermedad, covid 19 que se ha llevado tantas vidas, gente que sin ni siquiera imaginarlo, cayeron en sus redes, como si jugáramos a la ruleta rusa, a ver a quien le toca el tiro. Cada noche mi padre grita…”ya no puedo más, ya me estoy muriendo” y en ratos de lucidez, él mismo se pregunta “¿pero que me paso? si yo estaba bien” y a pesar del oxígeno y el suero, su cuerpo parece debilitarse cada día más, y entre esa lucha de querer levantarse y saber que puede caminar y sentir que su cuerpo no lo logra, termina dándose por vencido, se rinde finalmente aceptando que no podrá ser, con una cara de desilusión, solo moviendo la cabeza en forma negativa.

Su garganta desgarrada, por ese maldito virus, apenas y puede hablar, quizás se esté cerrando poco a poco como su capacidad de comunicarse con nosotros.

Pero no, no puedo resignarme, un hombre de ese calibre no puede desaparecer de nuestra vida, cuando él mismo nos ha enseñado que todo tiene solución, cuando él nos ha hecho transformar la vida color de rosa aunque verdaderamente sea gris, y poder continuar amablemente viviendo, cuando sonreír es la mejor de las armas ante la adversidad, donde ese lápiz y ese pincel quedan ahora ausentes del artista que los abandona, donde los paisajes, las flores y las maravillosas aves plasmadas en un lienzo o en un plato, que acompañadas por el piar que sale de un aparatito que se encuentra detrás de la pintura, nos hacen imaginar que están vivas. Regocijado con la naturaleza y enfocando para poder recrear el paisaje en otra hermosa obra, con su memoria fotográfica. Todos esos recuerdos que llevan tu huella, hasta un cuadro religioso que queda como la imagen principal en una iglesia en Oaxaca, murales, pinturas extensas, han sido el legado de un gran hombre que siendo más que un artista egresó de la Academia de San Carlos, en los 40s, toda la vida trabajando entre pinturas y planos enseñando y apoyando arquitectos e ingenieros con una calidad profesional invaluable. Un perfeccionista que nunca pudo entregar nada a medias todo era perfecto, desde el ala de un ave, hasta el plano más exacto, al cerrar el proyecto del anillo periférico completo en la Ciudad de México, y no se diga en las fiestas siendo el centro de atención al dibujar las caricaturas de todos los invitados con sus respectivos textos “chuscos”, siempre entre sonrisas, para divertirnos aún más.

Un hombre que teniendo dos hijas, terminó teniendo seis hijos con esos cuatro nietos que lo adoran y dándole a cada uno, su espacio y su tiempo de calidad, porque eso es lo mejor que supo hacer en esta vida, dar su tiempo de calidad a cada integrante de su familia, donde no importaba que un juguete se rompiera, porque él sabía cómo arreglarlo o convertirlo en uno nuevo, donde una plática bastaba para poder solucionar algún problema en la adolescencia, o después de un divorcio, un hombre de paz, un hombre de palabra, un hombre de honor, un hombre honesto, un hombre íntegro, un hombre con mucha humildad que sabía que venir a esta tierra era para servir a sus semejantes, un hombre al que nunca le conocimos un solo enemigo a sus casi 89 años, un hombre que sabía compartir y repartir a los demás, un hombre compasivo con los niños que aparecían en su vida, un hombre querido por cada persona que lo llegó a conocer, un hombre que entregó su vida a una sola mujer, un hombre de ley, un hombre sano y hasta ingenuo con una candidez abismal.

Es imposible pensar en no verte más, porque ¿quién alegrará esta tu casa? con los miles de experimentos que con tu creatividad viven ahí y que ibas colocando día a día, desde la virgen rodeada de foquitos y un farolito por un lado, que prenden desde el otro extremo de la habitación, los pajaritos que están en la sala pero desde la cocina puedes manipular para que parezca que vuelan, hasta la moto de juguete que le adaptaste un motor que hace un ruido como si de verdad fuera arrancar y prende sus faros y así como esto, cientos y cientos de objetos que llegaron a tener movimiento gracias a tu creatividad. Creo que nunca dejaste de ser niño y eso lo heredamos todos de ti. Es maravilloso tener a flor de piel el niño en nosotros y lo sabemos gracias a ti, siempre contento, siempre jugando y aprendiendo cosas de la vida. Quizás tus sufrimientos de niño te hicieron valorar la vida desde muy joven.

Pero agradecida con la vida estoy, ya que llevo tus genes en mi cuerpo y espero siquiera algún día parecerme un poquito a ti.

Gracias por recibirme tan bien en tu vida, gracias por terminar tu vida en nuestros brazos, en casa, tranquilamente, gracias por escuchar tu última melodía, y por impulsarnos a ser quienes somos, gracias por formar una linda familia.

GRACIAS POR SER

“Hemos jugado a la ‘ruleta rusa’ con nuestra salud. Nos auto administramos medicamento (…) esto ha provocado que nuestro sistema inmunológico se defienda con más dificultad que hace años”
Antonio Navalón

lauhipnosis@gmail.com