Editorial

6 de junio: dictadura personalista o democracia funcional

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Por: Martín Moreno-Durán

+ ¿Qué país queremos?

+ Votar es obligación

El próximo domingo México se juega su futuro político, económico y social.

Y todo se resume – a pesar de que veremos el logo de varios partidos políticos en las boletas electorales- a dos caminos:

DICTADURA PERSONALISTA. Enarbolada por Andrés Manuel López Obrador y respaldada por Morena y la autollamada Cuarta Transformación (4T). Entendida, bajo la definición clásica, como “las dictaduras que depositan la conducción entera del Estado en una sola persona, generalmente un líder carismático o un caudillo, quien gobierna según sus criterios subjetivos, de manera completamente autoritaria. Su palabra se vuelve ley”. A golpe de votos, decidiremos: o desterramos este tipo de dictadura que ya tenemos encima, o se terminará de enquistar en el poder político.

DEMOCRACIA FUNCIONAL. Bajo esta figura hemos logrado avances democráticos, desde 1997, con el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la Ciudad de México, eligiendo con libertad a nuestros gobernantes, permitiendo la alternancia en la Presidencia durante los últimos cuatro sexenios con tres partidos políticos diferentes – incluido, por supuesto, el actual régimen que gracias a esa democracia llegó a Palacio Nacional, les guste o no reconocerlo- y manteniendo a un organismo ciudadano autónomo e independiente (INE) cada vez más perfectible como organizador, regulador y dictaminador de las elecciones tanto locales como federales, sin depender directamente del Ejecutivo, como ocurría en el pasado.

Esas son las dos sopas que nos esperan el próximo domingo. Ustedes deciden con cuál nos quedaremos.

Y a la luz de los hechos consumados; respecto a lo que hemos visto durante dos años y medio de Gobierno de López Obrador; sobre lo que hemos escuchado y actuado por parte de AMLO, de los representantes de la 4T y de Morena, y ante las amenazas que desde Palacio Nacional se lanzan a diario contra la democracia mexicana – perfectible, sí, con omisiones, pero hasta 2018 alejada de tentaciones dictatoriales-, hoy podemos y debemos alertar sobre los riesgos de que el próximo 6 de junio se vote a favor de Morena mayoritariamente tanto en diputaciones federales como locales, gubernaturas y alcaldías.

La boca de AMLO, y los hechos mismos, han hablado:

Si gana Morena, se consolidará una dictadura personalista (de corte socialista/chavista).

Si gana Morena, Andrés Manuel López Obrador buscará no la reelección formal, sino extender su mandato presidencial durante dos o tres años más. (De ahí, el experimento en la SCJN con la extensión de mandato de su incondicional Arturo Zaldívar. Es, claramente y en la praxis política, un ensayo antidemocrático-reeleccionista).

Si gana Morena, desaparecerá o se reformará al Instituto Nacional Electoral, colocando a incondicionales de AMLO como presidente y consejeros, controlando desde Palacio Nacional el terreno electoral. Sí, hay que decirlo, aunque les choque: tal como ocurrió en Venezuela con Hugo Chávez. Allí está la negra historia venezolana. Y no ve el paralelismo quien no lo quiere ver.

Si gana Morena, regresaremos a los tiempos en los cuales el Gobierno – en este caso, la 4T- buscará organizar las elecciones, imponer candidatos y que el Presidente sea quien decida quién gana o quién pierde. La democracia mexicana sería dictada desde los humores, traumas y caprichos de López Obrador. ¿Eso es lo que queremos? (Sergio Gutiérrez Luna, representante de Morena ante el INE, aseguró que su partido está a favor de que las funciones que hoy hace el INE, regresen a la secretaría de Gobernación. La Razón/Jorge Chaparro/ 26-Mayo-2021). ¿Eso es lo que queremos? ¡Por supuesto que NO!

Si gana Morena, se continuarán eliminando a los contrapesos del hoy desbocado poder presidencial: INE, INAI, etc. Es la vía directa para llegar a cualquier dictadura personalista.

Si gana Morena, continuará el régimen de un Presidente que no respeta ni Constitución ni leyes ni división de poderes.

Si gana Morena, los recursos de las AFORES pasarán al control de un sólo hombre: López Obrador, y se destinarán a los proyectos presidenciales.

Si gana Morena, no habrá equilibrios legislativos que le impidan a AMLO seguir despilfarrando los recursos públicos y quemando miles de millones de pesos en proyectos inviables (Base Militar de Santa Lucía, Refinería Dos Bocas, Tren Maya).

Si gana Morena, condenaremos al país a la antidemocracia de un sólo hombre: Andrés Manuel López Obrador.

Si gana Morena, se acotarán las libertades individuales. El derecho de protesta. De libertad de expresión. De manifestación pública. (Allí está, como ejemplo claro, la propuesta de Morena en el Senado para “regular” a las redes sociales).

Si gana Morena, tendremos que resignarnos a vivir bajo una dictadura personalista, al menos, hasta 2030. Crisis económica permanente. Más pobreza generalizada. Menos bienestar. Cierre de empresas y de comercios. Menos empleos. Mala salud. Cero desarrollo.

Si gana Morena, la democracia mexicana recibirá el tiro de gracia.

*****

Salgamos a votar el próximo 6 de junio. Votar no es opción. Es obligación ciudadana. ¡A votar!

Es una ecuación democrática sencilla y funcional: a votación ciudadana alta, el voto duro o clientelar (comprado) del Gobierno en turno – en este caso Morena- se verá rebasado. Apabullado. Es una lección de la democracia irrefutable y que ya hemos visto en otras elecciones.

Hoy por hoy, sólo tenemos dos caminos:

Dictadura personalista o democracia funcional.

No hay más.

TW @_martinmoreno

FB / Martin Moreno

mmorenoduran03@gmail.com

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