Editorial
Golpe a la 4T: indemnizó ayer 270 mdd a privados
El de ayer será un día para no recordar en Palacio Nacional. Una raya más para un agobiado y cansado director de la CFE, Manuel Bartlett, sobre quien se cruzan apuestas de si dejará o no la empresa estatal.
Y es que hace escasas horas la dependencia sacó la chequera y pagó la friolera de 270 millones de dólares al consorcio integrado por la china Sinohydro y las mexicanas Grupo Omega y Caabsa.
Luego de emplazamientos, meses de alegatos y contra alegatos en instancias de Estados Unidos y negociaciones, a un año exactamente de que saliera el laudo, la CFE nada pudo hacer por eludir el pago.
Ni la arenga mañanera, ni el alarde autoritario, ni la narrativa antiempresarial evitaron que la 4T se sometiera al Estado de derecho. Buen detalle previo al festejo, hoy, “de tres años de victorias del pueblo”.
También fue en julio, pero del año pasado, cuando la Corte de Arbitraje Internacional de Londres puso fin a una controversia de más de dos años por la fallida construcción de la planta Chicoasén II, en Chiapas.
Había dudas de que Rocío Nahle, Bartlett y Andrés Manuel López Obrador se allanaran a la condena, con lo que sentarían un precedente de desacato en una corte internacional. Pero la pensaron y jugaron bien.
Es un doble golpe para el tabasqueño, acostumbrado a hacer lo que piensa, porque 270 millones de dólares no es poca cosa para un gobierno que pregona la austeridad, y porque el pleito ni siquiera fue suyo.
La demanda la heredaron de la administración de Enrique Peña: en 2015 Caabsa, de Luis Amodío, Omega de Jorge Melgarejo y Sinohydro, ganaron la licitación de esa central eléctrica.
Chicoasén II, que significaba una inversión de 386.4 millones de dólares, iba a ser una planta de 240 megavatios que formaba parte de los programas de ampliación de infraestructura eléctrica del gobierno peñista.
Pero los conflictos sociales locales bloquearon el proyecto y se frustró. Vino entonces la demanda contra la CFE ante la corte londinense, que se tomó dos largos años para analizar el caso.
Tras decenas de audiencias, nueve peritajes y presentación de argumentos y contraargumentos de las dos partes, el fallo quedó plasmado en un laudo de siete mil fojas y en una condena a la CFE.
Sin posibilidad de seguir alargando el desenlace, ayer a los pupilos de Bartlett no les quedó más remedio que pagar.
EN LOS PRÓXIMOS días quedará conformado el fideicomiso en el BBVA que contendrá 50 por ciento de las acciones de Miguel Alemán Magnani y Carlos Cabal, cada uno con 25 por ciento del sistema Radiópolis, que dirige Francisco Cabañas. Asimismo, tendrá en la panza el préstamo que Crédito Real, que capitanea Ángel Romanos, otorgó al empresario tabasqueño. El fideicomiso tendrá en custodia al menos seis meses los títulos, en lo que se encuentra un tercero que compre esa tenencia. Los españoles de Grupo Prisa, que poseen el otro 50 por ciento, darán visto bueno a quien se interese en comprar lo de Alemán, Cabal y la deuda del prestamista. Incluso si aparece uno que esté dispuesto a comprarles a buen precio su propio paquete lo analizarían. La idea del consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, a quien Andrés Manuel López Obrador le encargó resolver ese entuerto, es que Radiópolis esté en manos mexicanas porque en España un inversionista extranjero no puede tener control de un medio electrónico.
ALGO QUE ESTÁ empezando a pesar desfavorablemente en la construcción del Tren Maya. Es el inusitado disparo de los precios internacionales del acero que se han incrementado en 70 por ciento en el último año. Hasta donde sabemos, las constructoras habían estimado un aumento en el precio de los rieles de 20 por ciento. Pero la reactivación de la economía en China, con crecimientos de 18.1 por ciento, y Estados Unidos, con 9 por ciento de su economía, están provocando una sobredemanda de casi 100 por ciento en el mundo. El aumento del precio del acero es causado también por la falta de mineral en las minas de China y Australia, lo que hace pensar que el tren del sureste que a todo vapor construye el director del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, no va a estar listo antes de que concluya el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
EL PROYECTO QUE no se tiene la menor duda de que sí estará en tiempo y forma conforme a lo proyectado es el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles. Abrirá en marzo del año próximo, como lo prometió Andrés Manuel López Obrador. La Secretaría de la Defensa Nacional, que comanda Luis Cresencio Sandoval, trabaja sin parar un solo momento. Habrá terminal, pero lo que no estará listo para entonces serán las vías de acceso. Tampoco habrá oferta de vuelos suficientes. Las aerolíneas no han definido una hoja de ruta, pero estiman que empezarán a ser presionadas en las primeras semanas de 2022. Es una incógnita el número de vuelos que Volaris, de Enrique Beltranena, despachará. Aeroméxico, que lleva Andrés Conesa, está reacio. Y VivaAerobús, la de Roberto Alcántara, “la hora que usted diga, señor Presidente”. Extranjeras, ninguna.
TRAS LA REESTRUCTURA financiera de Cinemex, Rogelio Vélez dejó la dirección general de esa cadena de exhibición de películas. El ejecutivo, de todas las confianzas de Germán Larrea, se retiró luego de finiquitar esa etapa crucial de negociaciones con un sindicato de bancos a los que al final se les pagó tres mil 714 millones de pesos. Hablamos de BBVA de Eduardo Osuna, Santander de Héctor Grisi, HSBC de Jorge Arce, Scotiabank de Adrián Otero, Banorte de Carlos Hank González y Sabadell de Francisco Lira. El relevo de Vélez es Ricardo Larrea, sobrino del dueño de Grupo México, quien era el director de nuevos negocios de Cinemex.
EN SU INFORME de Noticias Digitales Reporte 2021, el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo en la Universidad de Oxford reconoce a TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, como la marca líder de noticias en México. El trabajo se basó en una muestra de dos mil 36 personas y para el caso de nuestro país el ranking estuvo conformado por 16 medios informativos.