Editorial
Ya nos está pasando la factura la invasión a Ucrania
Hay algunos que seguramente piensan que los altos precios de los energéticos provocados por la invasión rusa a Ucrania pueden ser buenos para México.
Quienes así piensan siguen teniendo la imagen de que México es un país petrolero.
Les tengo una mala noticia. Hace muchos años que ya no es así.
El año pasado, las importaciones de productos petrolíferos superaron en más de 11 mil millones de dólares a las exportaciones de petróleo crudo.
Es decir, lo más probable es que el impacto neto de precios más elevados de los hidrocarburos ya resulte negativo para nuestro país.
Que el precio del petróleo mexicano haya rebasado los 110 dólares por barril el viernes pasado podría ser una buena noticia para Pemex, pero no lo es tanto para las finanzas públicas.
Esta semana, por tercera ocasión consecutiva, no se aplicará el IEPS a la gasolina regular. Esto quiere decir que el gobierno está dejando de captar más de 5 pesos por cada litro.
¿Se le hace caro lo que paga por la gasolina hoy? Pues súbale 5 pesos y eso es lo que pagaría si el gobierno estuviera cobrando como lo preveía.
En enero, aun cuando sí se cobró una parte del IEPS, los ingresos derivados de este impuesto cayeron en 5 mil millones de pesos respecto a lo presupuestado, lo que significó un 23 por ciento menos en términos reales.
En febrero, la caída será mucho peor cuando se revelen las cifras.
Pero incluso los ingresos de Pemex no solo no crecieron respecto a las previsiones, sino que fueron casi 11 mil millones de pesos inferiores a lo previsto, y los recursos entregados al gobierno y depositados en el Fondo Mexicano del Petróleo cayeron en más de 31 mil millones de pesos, es decir, 90.5 por ciento.
Una de las principales explicaciones de esta aparente paradoja es que las exportaciones petroleras de enero promediaron 832 mil barriles por día, un 18 por ciento por abajo del promedio de 2021.
No es accidental. La política anunciada por el presidente López Obrador busca reducir la exportación de petróleo crudo y refinar una cantidad mayor de éste.
El problema es que la producción no está resultando como se esperaba, pues fue 9 por ciento inferior a lo programado.
Si en el proceso de refinación se generara utilidad para la empresa pública sería buena idea refinar más, pero resulta exactamente lo contrario.
La filial Pemex Transformación Industrial, en la que están comprendidas las refinerías, registró en 2021 pérdidas netas por 172 mil 400 millones de pesos.
Al bajar la exportación, el saldo para Pemex es desfavorable y al evitar que los precios de la gasolina importada se reflejen en lo que paga el consumidor, el resultado también es desfavorable para las finanzas públicas.
Este cuadro, combinado con la menor actividad económica, ocasionó que los ingresos presupuestales del sector público se quedaran cortos en cerca de 50 mil millones respecto a lo previsto.
Eso causó también que el gasto programable haya caído en enero en 54 mil 126 millones de pesos, con relación a lo que se había programado.
Lo que observamos en enero probablemente sea un anticipo de lo que veremos a lo largo del año.
La decisión de cancelar el programa de escuelas de tiempo completo, que tanta crítica ha despertado, quizá también sea solo el primer ejemplo de diversos recortes de programas gubernamentales que veremos a lo largo del año, ante la imposibilidad de contar con los recursos presupuestales previstos.
Así que, aunque le parezca a usted tan distante, la invasión rusa a Ucrania le pegará a temas tan concretos como a los niños en las escuelas.