Editorial

RADIOGRAFíAS – Anna Akhmatova y Amedeo Modigliani: poesía y pintura por un amor 

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RADIOGRAFíAS 

Anna Akhmatova y Amedeo Modigliani: poesía y pintura por un amor 

NORMA SALAZAR

 

Anna Akhmatova y Amedeo Modigliani dos personalidades fascinantes a su vez complejas para aquella época, eran tiempos crudos de aquel París, Francia a inicios del siglo XX. Los éxodos de personas huían de la guerra asimismo residió un grupo de artistas entre los que asistían con frecuencia a reuniones a donde se podían ver a Max Jacob, Leonard Tsuguharu Fujita, Constantin Brâncusi, Chaim Soutine, Maurice Utrillo, Diego Rivera, Pablo Picasso; la poeta y crítica literaria Emily Alice Haigh, conocida como Beatrice Hastings entre otros un numeroso grupo de artistas plásticos, escritores, filósofos, científicos destacados a estos genios que veían en sus bohemias y llegaban a tabernas, buhardillas, cafés de las calles de Montmartre y Montparnasse.

Akhmatova y Modigliani se conocieron en París en el año 1910, un encuentro fortuito entre dos creadores eminentes de su profesión como lo muestra un evocativo poema dedicado al pintor de Livorno, Italia qué siempre lo recordó al volver a su país, aquí (variante de un borrador de) Poema sin héroe

 

En la oscura neblina de París

quizás otra vez Modigliani

camine imperceptible tras de mí.

Su triste naturaleza

incluso en el sueño me inquieta

de ser culpable de muchas desdichas.

Pero para mí su mujer egipcia

Él es la música que toca el viejo en el organillo.

Todo el rumor de París se esconde bajo esa música

como el rumor de un mar subterráneo

que ha bebido del dolor

el mal y la vergüenza.

 

Una corta relación amorosa vivieron en París, la poetisa rusa Anna Akhmatova quedo con una íntima huella. El encuentro entre Modigliani y Akhmatova durante los años 1911-1912 en Francia Modigliani realiza 16 retratos de ella a su vez la poeta escribe poemas y escritos dedicados al pintor italiano, más adelante en su retorno a Rusia la invadían los recuerdos de aquellas vivencias breves e intensas al lado de Amedeo Modigliani a través de su escritura narra momentos cruciales entre ambos, a continuación leemos algunos

“Vivía entonces (en 1911) en el Impasse Falguière. Era pobre, así que en los Jardines de Luxemburgo nos sentábamos siempre en las bancas y no en las sillas que rentaban. Él no se quejaba de nada, ni de su miseria real, ni del hecho de no ser reconocido. Sólo una vez, en 1911, me dijo que el invierno anterior había sido tan feo para él que ni siquiera había podido pensar en aquello que más quería”

Su obra literaria de mucha valía intima desde su ser que observamos naturalidad y autenticidad una depurada catarsis de imágenes, su estructura poética de alta musicalidad con ritmos armoniosos en cada verso se escucha sonoridad no perder de vista en su poesía si recita alegorías de tristeza con frecuencia van dirigidas al hombre Amado

 

“tengo una sonrisa

Entonces. Movimiento ligeramente visible de los labios.

Para ti lo guardo…”

 

En sus imágenes poéticas trastoca lo amoroso y el desasosiego de aquella relación y reafirma

 

“Todo aquello ocurrió en la prehistoria de nuestras vidas,

la suya, demasiado breve, la mía, demasiado larga.

el hálito del arte aún no había incendiado,

Transfigurado esas dos existencias.

Era la hora diáfana y ligera

que precede al alba”

 

Por otro lado los dibujos de Amedeo Modigliani realizados a la poeta rusa son de líneas simples y trazos firmes y alargados realizados algunos al carboncillo y lápiz en lo cual Anna Akhmatova conservó uno que se encuentra en el Museo de Akhmatova en San Petersburgo, los otros desaparecieron a causa de la Revolución y la Guerra Civil Rusa.

La obra pictórica de Modigliani está marcada por influencias de máscaras africanas de rostros alargados; la línea de la nariz prolongada destacando la finura de las cejas, ojos vacíos y boca pequeña, no hay fondo en sus pinturas pero existen colores fríos difuminados en contornos blancos sobre rostros de sus personajes. Asimismo podemos enfatizar en su obra hay una máxima estilización con el manierismo, el distorsionar el espacio de la perspectiva. Déjeme ser enfática los ojos de sus modelos es una forma de neutralizar la fuerza de su mirada, ¿cómo? Borrando su mirada es su metáfora pictórica de mostrar un ensimismamiento de la vida interior también representa el escape del alma o estar en un profundo sueño, resguardarse de las miradas externas. Estos rostros melancólicos de Modigliani muestran un desdoblamiento del interior con lo exterior de la dicotomía entre cuerpo y alma.

Las caras hacia una abstracción nítida del ser humano es el clímax de sus modelos.

Termino ávidos lectores fueron dos seres que vivieron a contra corriente Amedeo Modigliani terminó su vida más pronto por los excesos pero nunca se quejó al contrario vivió como lo quiso, Anna Akhmatova fue amada por él y su enorme recompensa que le entregó la vida fue vivir en su momento con él ser inmortalizada en sus pinturas.

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