Editorial
TANATOLOGIANDO – PORQUE DURAN LOS MATRIMONIOS
TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
PORQUE DURAN LOS MATRIMONIOS
En primer lugar, están los que se entienden y se han complementado del todo, así que llegan a durar varios años, ya que como se dice encontraron su alma gemela y solo la muerte de uno de ellos puede acabar esa relación, aunque como sabemos tuvieron o tienen sus altibajos, sin mayor problema, cosas que se han sabido solucionar sin lesionar la relación.
Pero en la mayoría de los casos en los que la pareja no se lleva bien, siguen por la obligación de la manutención a los hijos, por intereses financieros, por no dar un mal ejemplo a los hijos; aunque los vean discutiendo día a día, por mantener un nombre o simplemente por el qué dirán.
En un inicio puede ser un amor puro y eso nadie lo duda, viven una sensación real de pensar que no hay otro ser en el mundo con el que pudieran morir en ese mismo momento, incluso no se puede percibir la vida sin el ser amado, todo gira alrededor de él o de ella, pero el enamoramiento tiene fecha de caducidad y llegara el día en el quizás ya casados se pregunten que están haciendo ahí y entonces entra una sensación que dista mucho de la libertad y aunque tuvieron intimidad y engendraron hijos, cada uno comenzara a hacerse sus propias preguntas: cuanto tiempo mas va a durar esto o quizás me este engañando él o ella y se empieza a pensar, mientras el cuerpo se está haciendo menos y va cambiando por los pensamientos preocupantes y tienen que hacer algo antes de que se termine por completo la emoción del inicio, ya que dejan de escucharse, y dejan de experimentar el amor que existió algún día y ven que no puede funcionar ya, y buscan algunas personas como amigos o hasta un tercero en la relación como un amante que hace que ellos puedan resistir háblese de hombre o mujer, un amante que procure que le vuelvan a brillar sus ojos al sentirse quizás tocado en el caso de un hombre y en caso de una mujer, un hombre que pueda observar su cuerpo y sentir que todavía es deseable para poder recobrar su autoconfianza, alguien que acaricie su cabello o que simplemente converse por largo rato fuera de sus casa y le dé el valor que cree que ha perdido. Y lo mantendrá como su secreto.
Algunos matrimonios que fueron arreglados donde el interés era cualquier otro, menos el de compartir una vida con amor y los matrimonios que fueron forzados por haber engendrado un hijo, en la mayoría de los casos de parejas aún muy jóvenes; empujados por los padres para cumplir con la obligación, lógicamente eso terminará ya que faltará el ingrediente principal “el amor”, y muchas veces solo se acostumbran a vivir con la pareja y terminan siendo como hermanos por la falta de emoción que pocas veces se presentó, durante el matrimonio.
Y en algunos casos buscan esa hombría o feminidad que no fue descubierta, muchos matrimonios solo han experimentado un amor mal correspondido; se convierten en personas que experimentan tristeza y melancolía que esconden para poder aparentar que son felices en su matrimonio, para que los cercanos no pregunten que pasa; mientras, el cuerpo va perdiendo su forma y mientras transcurre el tiempo, más difícil poder comentarlo con la pareja y poder llegar a un arreglo, porque dicen “ya estamos viejos” “ya no vale la pena”, “mejor así me aguanto” y con el alma llena de sueños siguen en ese laberinto del que ya no quieren salir. Son pocos los casos de las personas que se separan después de los 35 años de casados, pero los hay y han podido recuperar su vida para vivir en plenitud, algunas veces aprendiendo a vivir solos y experimentar la soledad sin sentirse solos. En otros casos viviendo como personas más conscientes y maduras, se someten a una terapia para poder superar, los altibajos de sus antiguas relaciones y seguir adelante intentando nuevas estrategias para recobrar ese amor que se fue perdiendo poco a poco. Rescatando en primer lugar el propio amor a si mismo, porque como podemos amar sin primero amarnos a nosotros mismos.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.