Editorial

RADIOGRAFíAS – Tiempos crispados

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RADIOGRAFíAS

Tiempos crispados

NORMA SALAZAR

 

HERIDAS observo en alguna parte del mundo, con olores a esquirlas que provienen del aire, la tierra germina raíces de sangre y las corrientes fluviales llevan ámpulas, es un campo de batalla, donde no sopla el viento quimeras sino escupe pesadillas.

Existen seres vivos de paz atrapados en fortalezas, otros seres de muerte llegan afiliarse al ejército condenado de almas.

Los dragones esparcen  fuego, cierne en la zona elegida, huyen éxodos mundanos a la nada sin nombre.

 

HUMANOS fallecen en tierras fecundas  en segundos los instantes son minutos que se convierten en horas estáticas por aquellos andantes relojes biológicos; no hay calma en un silencio cercano mucho menos un aullido lejano de los suspiros andantes. PIEDAD, M I S E R I C O R D I A gritan desde sus trincheras  gente tan humana sin  manos con armas, sólo miradas, palabras que tienen por ballestas, dime TODOPODEROSO ¿Cuánto más  para sacrificar a los corderos?, ¿Cuánta bruma de ceniza por respirar?

 

OBSERVA BIEN. Hay vastas parcelas de cariátides mudas, esfinges con rostros descarnados, no hay exclusividad de género ni edad.  Sólo territorios elegidos por un humano en compañías de aquelarres que danzan día y noche para sacrificar a sus presas; lívidos soldados con  medallas sucias gritan  a su paso. Parlean saliva de balas con alto modernismo bélico, vuelvo a dirigirme al Olimpo, a ti TODOPODEROSO ¿Cuánto es el valor de una vida? Ellos, tan sólo piden un lugar etéreo,  porque, están al tanto que la presencia humana no es inmortal sino va a paso de estrellas.

 

Sí, existe un Capitán homicida que mide con vara  lo insondable anda por los caminos sombríos cobijado por las sombras que no flaquean, todo lo contrario va reemitiendo almas flagelas.

Son tornados oreando delirios de grandeza se creen valerosos pero frívolos, el vértigo de ejércitos  ocupa los primeras  metrópolis  para apuntar los derroches nocivos en las fachadas, van cayendo como ocasos vespertinos al compás de los tanques y misiles que ponen en total convulsión a la multitud.

¡Agonía de impotencia!

 

II

Soy un visor testigo de éste impío rudimento de nuevo  siglo, asimismo de innumerables escenas quejumbrosas y azarosas, innombrables ciudades maquiavélicas.

Soy,  lo  muchos somos testigos inmóviles de ver morir  ciudades portentosas.

SOY UN FARO. El viejo mundo perece, éxodos por todo el planeta, pero sé que vientos del este se aproximan para encallar nuevas ventiscas, brotaran firmes fríos con un furor intelectual y libre albedrío.

Lozanías de aguamiel para la tierra, despejar abrojos de plomo  sembrar aludes de armonía que la niñez juegue en dunas de libertad y sus sonrisas bañen el desierto hostil de aquellos seres humanos.

TODOPODEROSO ¿Cuánto cansancio más?

Solo mira a tu lado, la sonrisa de la luna sigue ahí eterna y lúcida, nunca te da la espalda al contrario sonríe a la noche y respeta al día.

Tú, el Omnipotente del Universo, sé magnánimo de lo que has sido por todos los siglos da lo puro del sosiego más allá del aún y que somos hoy…

 

FOTOGRAFÍA: CLAUDIA SHAPIRO.

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