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A través del cuidado y protección de especies marinas, el Gobierno del Estado fomenta la cultura sustentable en Yucatán
Como parte de los esfuerzos que realiza el Gobierno de Mauricio Vila Dosal para conservar y proteger el medio ambiente, principalmente a las especies marinas que llegan a las costas yucatecas, se realizó la liberación de 89 crías de tortuga Carey, una de las 3 especies que arriban al estado cada año.
Por instrucciones del Gobernador Mauricio Vila Dosal, la titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), Sayda Rodríguez Gómez, encabezó la liberación de los ejemplares que eclosionaron la mañana del 23 de julio, en las playas de la reserva estatal “El Palmar”, ubicada en el puerto de Sisal.
Rodríguez Gómez explicó que estas crías eclosionaron después de un periodo de 60 días y forman parte de los 1,145 nidos que personal de la dependencia ha encontrado y monitoreado desde abril a junio de este año, con el valioso apoyo de los 88 voluntarios, en los campamentos ubicados en Sisal, Telchac Puerto y Dzilam de Bravo.
En ese sentido, la funcionaria reiteró la importancia de que la sociedad conozca el trabajo que se realiza en favor de estas especies desde el Programa de Tortugas Marinas del Comité de Conservación y Protección de las Tortugas Marinas del estado (Coctomy), desde el cual se determinan los protocolos de manejo de la especie y se capacita a los voluntarios con toda la información de la tortuga marina.
En estos lugares se trabaja con el apoyo de los 88 voluntarios que en su gran mayoría son jóvenes originarios de estas comunidades, así como de estados como Puebla, Sonora y Veracruz, lo que asegura un sentido de pertenencia y responsabilidad con la especie.
La titular de SDS detalló las principales funciones de estos campamentos, las cuales consisten en registrar y contabilizar los nidos a partir de que llegan las tortugas, para calcular los 60 días de la eclosión; además de evaluar y determinar si los nidos están en condiciones óptimas para su desarrollo, de lo contrario los voluntarios realizan el cambio de ubicación de los huevos a zonas controladas que no representan riesgo para la especie.
“También monitoreamos las eclosiones, el número de huevos, se contabiliza el número de tortugas que eclosionan y el número de residuales, es decir los huevos que por alguna razón no pudieron eclosionar, estos también se estudian y analizan para determinar las posibles causas”, agregó.
Hay que recordar que en las playas de Yucatán anidan principalmente 2 de las 7 especies de tortugas marinas que arriban a las costas de la República Mexicana, que son la Carey y la tortuga Blanca, las cuales se encuentran protegidas por las Normas Oficiales Mexicanas NOM. 059-SEMARNAT-2010 y la NOM. 162-SEMARNAT-2012. También se han tenido algunos registros esporádicos de las tortugas Caguama, Laúd y Lora.
La temporada de anidación de tortugas inicia en el mes de abril y termina en la tercera semana del mes de noviembre, teniendo como periodos específicos la fase de anidación de abril a agosto y el periodo de eclosión que se presenta normalmente de junio a noviembre.
Para continuar impulsando la protección de estas especies que en su mayoría se encuentran en peligro de extinción, Rodríguez Gómez recomendó a la ciudadanía en caso de encontrar un nido o una tortuga próxima a anidar, darles el espacio y apagar luces en el sitio para que los ejemplares puedan buscar el sitio ideal para hacer su nido; además no deben acercarse, ni tocarlas, por el contrario se debe realizar el reporte del nido a la SDS para que puedan resguardar el nido y estar pendiente de la eclosión.
“Es importante también que si son testigos de una eclosión (nacimiento de tortugas) no intenten tocarlas, dejen que busquen el agua, es un proceso natural que les desarrolla a las tortugas la capacidad de regresar a su playa.
También es importante no circular con vehículos automotores por la zona de anidación, además de que está prohibido y lo pueden denunciar al 911”, mencionó.
Previó a la liberación de las crías, la funcionaria y los voluntarios realizaron un recorrido por la reserva “El Palmar”, para identificar nidos que posteriormente fueron registrados y asegurados para garantizar que la eclosión se realice de manera correcta en 60 días.