Editorial

RADIOGRAFíAS – El elixir de los mayas

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RADIOGRAFíAS

El elixir de los mayas

NORMA SALAZAR

La comida y las bebidas la literatura y el séptimo arte se mezclan con finura entre sí, muestran sus cualidades culturales, regionales, históricas, sociales, religiosas y económicas sin perder el status en este mundo diverso. La historia del cacao y el chocolate tuvo su primer encuentro en la época de la colonización donde la elaboración de este producto pasó diferentes procesos creativos en el nuevo mundo, llegaron a estar presente en las mesas de la América Latina con toda la tradición, ritual, exótico y cotidiano entre sus mesas.

El chocolate en su contexto literario y visual ha sido un protagónico importante en las artes cinematográficas con temáticas de erotismo, placer amor, dulzura, el culinario de la repostería aunado a historias de amor o desamor, por nombrar algunas cintas de cine Fresas y chocolate, Como agua para chocolate, Chocolat, Charlie and The Chocolate Factory.

Por otro lado el chocolate tiene una oscura historia de racismo y jerarquía en las culturas que conformaron Mesoamérica el chocolate es una bebida que sólo podían beber la nobleza maya, olmeca, azteca en honor a los Dioses.

Con este breve preámbulo dedicaremos lo que significó para los mayas el chocolate.

Para los mayas el chocolate no era una golosina sino fue un alimento sagrado de los Dioses, esta civilización fue la primera en cultivar cacao y hacer chocolate; entre los ingredientes que utilizaban estaban granos de cocoa, chile y agua sin azúcar, ésta bebida se utilizaba en los rituales religiosos, otro punto a desatacar era que el cacao se utilizaba en algunos situaciones entre los pobladores como moneda asimismo tenía en su elaboración propiedades medicinales. El nombre del cacao deriva de la lengua náhuatl cacahoatl o cacahuatl que significa jugo amargo, la palabra maya chocol significa caliente y agua que cultivaban por más 2500 años. El cacao fue el tesoro más preciado para la cultura maya porque esta planta está asociada con el territorio oscuro, es decir, el inframundo, en el pensamiento mesoamericano no significaba lo maligno sino todo lo contrario porque el cacao se relacionó con la noche, se creía inferior al día, como también era una moneda preciosa por su hechura y color.

No podía faltar en las ceremonias sobre todo en los rituales funerarios mayas, por lo cual, hoy en día se han encontraron vasijas donde se observa las cortes bebiendo cacao.

Ek Chuah Dios del cacao, de la guerra y benefactor de los mercaderes, es la sexta deidad más representada en los códices mayas su celebración consagrada de esta deidad se efectúa en el mes de Muán, la vasija tiene la representación de la chocolatera proveniente de una tumba llamada Río Azul al noreste de Petén.

 

“las mazorcas de cacao descienden sobre un personaje en posición frontal adornado con gran lujo, un enorme tocado, una máscara de ave y los brazos extendidos a los que se adhieren plumas que surgen de un mascarón de perfil con rasgos estilizados de serpiente. En la mano derecha porta un cetro o quizá una sonaja cuyo mango se transforma en una cabeza de serpiente; en la izquierda porta un pequeño tambor doble. El atavío denota su soberanía e indica el poder divino que los gobernantes tienen sobre la tierra otorgado por Itzamnaaj, uno de los dioses más relevantes del

panteón maya, vinculado con la creación y con los poderes celestes; parecería que el gobernante danza para provocar la fertilidad del cacao”

El cacao se convierte en un importante símbolo de las fuerzas divinas de agua, las planta muestra poder y riqueza.

Las representaciones de un binomio como el mono araña y el cacao están vistos en los códices


El mono y el cacao

“El mono araña se representa junto con el cacao en múltiples representaciones mesoamericanas, lo que refleja la mutua dependencia que existe entre sendos organismos en la naturaleza. La mazorca del cacao permanece en el árbol al madurar y está sujeta a los animales arbóreos para dispersar su semilla; al mismo tiempo, al mono le atrae la pulpa dulce y sabrosa del cacao. El simio es un dispersor consuetudinario de las semillas, ya sea porque consume la pulpa con el grano intacto y al defecar las distribuye, o bien porque al acarrear las semillas consume la pulpa y desperdicia el resto (el cual cae al suelo forestal); por ello se le considera como un proveedor y dador del cacao, pues permite su ciclo natural. Desde esta perspectiva el pequeño primate se vincula con la fertilidad del cacao, pero a su vez es la gran amenaza para la cosecha porque roba el codiciado fruto. En el ámbito de lo simbólico, el mono estuvo además ligado a la glotonería, a la sexualidad y al placer en general; a su vez a la vida fácil, la danza, la música, las artes propias de la élite, conductas opuestas a la ruda vida del campesino (otra razón más para asociarlo con el cacao). Su propia sexualidad y su hábitat lo destinaron a un ámbito húmedo, bajo, exuberante, inframundo, como los espacios en donde se cultiva el cacao”

Termino ávidos lectores con más de 250 años el cacao es uno de los principales alimentos añejos en los recetarios de la cocina universal, para el mundo maya es sagrado es parte de su grandeza en la mitología y cosmogonía donde todo es unidad y ritual, honrar a los Dioses y ser hombres generosos.

 

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