Editorial
LA TABERNA DE LOT – GABRIEL AVILÉS
LA TABERNA DE LOT
GABRIEL AVILÉS
A PULSO DE TINTA
presagiodemar@gmail.com
Deambulando por el desierto, cansado de ver mi exilio en la arena, visito la taberna de Sodoma. Entro con sigilo y el mesonero me asigna con los desahuciados de amor, aquellos que no son ni ateos ni adoradores, aquellos que por amar se administran así mismos el harakiri. Miro el escenario, samaritanas desgajan sus muslos con el ruido de la ventisca y los demonios lloran por la concubina de Lot y brindan por aquella invidente que miro el salitre antes de hora.
Los parroquianos festejan por la oquedad del agua a causa del enamoramiento de Satán, quien por inducir al pecado se inmiscuyo con un querubín, cuyas caricias le hicieron abandonar su reino y hurgar en la misoginia del purgatorio; ahora, el iluso pide misericordia a cambio de una hora con su inválido amante en el motel donde Judas permite autoflagelaciones y una mujerzuela fornica con mártires.
Pido la bebida de la casa y me traen el cáliz de una misericordia que no anhelo porque con ella abandonaste nuestro hogar, dejando un olor a santidad semejante al de la muerte cuando corroe la fetidez carnal. Te fugaste de las cuarenta noches, en las cuales me hiciste Caín de tus eyaculaciones. Es hora de proseguir hacía las dunas para llegar al casamiento de Lot con sus hermanas.
Pido la cuenta, el tabernero me invita a probar el semen de los esclavos para tener una postrera visión de tus labios por mi espalda mientras los espasmos rozan desnudeces de aire. Camino por la oscuridad y sus tribulaciones; el desierto se conserva en la sequedad del llanto.
Dios ruega por nosotros, yo ruego por tu piel.