Editorial
FRANCISCO CERVANTES, PIONERO DE LAS TRADUCCIONES LITERARIAS DEL PORTUGUÉS EN MÉXICO – Mario Morales Castro
FRANCISCO CERVANTES, PIONERO DE LAS TRADUCCIONES LITERARIAS DEL PORTUGUÉS EN MÉXICO
Por Mario Morales Castro
Originario de Santiago de Querétaro, Francisco Cervantes Vidal (1938-2005), apasionado poeta por las Letras Portuguesas desde muy temprana edad, fue el pionero de las traducciones literarias tanto del portugués de Portugal como del portugués de Brasil.
Tuve la fortuna de conocerlo en los cafés de Raúl Renán, quien fue muy amigo de Cervantes hasta su fallecimiento. Coincidimos en el denominador común de ser conocedores de escritores portugueses que ambos admirábamos. Cuando lo conocí en los años noventa, yo empezaba apenas a traducir del portugués y el autor de los Huesos peregrinos ya tenía una envidiable trayectoria en este rubro.
Tengo algunos poemarios originales de autores de Portugal que me regaló, pero lo que más le agradecí fueron las pautas que me proporcionó para hacer de las traducciones un buen trabajo.
Francisco Cervantes consideraba a Octavio Paz como el primero en trasladar textos de la lengua lusa y siempre le dio ese lugar, pero el mérito de Paz, aunque sí llegó a hacer alguna traducción, fue haber dado a conocer a Pessoa a nivel mundial mediante su famoso ensayo: “Fernando Pessoa, el desconocido de sí mismo”.
De sus libros más celebrados podemos citar: La materia del tributo (1968); Los varones señalados (1972); Cantado para nadie (1982); Heridas que se alternan (1985); Los huesos peregrinos (1986); El canto del abismo (1987); El libro de Nicole (1992) y los póstumos que se mencionarán más adelante.
El poeta queretano tuvo varios reconocimientos en vida, tanto en su tierra natal como a nivel nacional e internacional, entre ellos la Beca Guggenheim (1977), el Premio Xavier Villaurrutia (1982), el Premio Heriberto Frías de Querétaro (1986), la Orden Rio Branco de Brasil (1986) y, en 1999, el gobierno portugués le otorgó en Lisboa la Orden del Infante Dom Henrique, en el grado de Caballero; tras su fallecimiento, se instauró en 2005 el Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal, otorgado por el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, hoy Secretaría de Cultura.
La vida no le alcanzó para publicar todo lo que él soñaba, por lo que dejó material inédito el cual poco después el maestro Raúl Renán y su asistente, la Dra. Norma Salazar, mediante el apoyo del mencionado Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, organizarían los textos y poemas que dio como resultado los siguientes libros publicados por la desaparecida editorial Aldvs: Al revés de las víboras. Memorias; Regimiento de nieblas; Agua que no des en boca. Erotismo amoroso; y Cara Lusitania. Poetas portugueses contemporáneos.
Por mi parte, tuve la suerte del cuidado de la edición de Cara Lusitania que Raúl Renán me confió, además de realizar la introducción sobre cada uno de los poetas incluidos en esta antología. Francisco no fue exhaustivo en esta obra, sino más bien selectivo. Publicó los poetas lusitanos que a él más le gustaban, incluyendo tres mujeres extraordinarias. El resultado de este trabajo dio un volumen de casi quinientas páginas.
Raúl Renán, nombrado albacea del Archivo Francisco Cervantes, como amigo y conocedor de su obra, se encargó de la nota que aparece al inicio y en la cual refleja la trayectoria de este gran escritor: “Inducido por el origen galaico de su abuelo nacido en un pueblito de Galicia llamado también Cervantes, Francisco se introdujo en el conocimiento de la lengua portuguesa. Muy pronto su empeño dio un paso más exigente: la traducción. Para empezar, eligió Ode Marítima de Fernando Pessoa, en la pluma de su heterónimo futurista Álvaro de Campos. Sobre su mesa de trabajo-librero-comedor, en una casa de asistencia, se apilaban libros y revistas, Orpheu principalmente (…), la leía tan cercana a sus ojos que parecía memorizar las palabras. Esta intimidad con la lengua lo proveyó de los recursos idiomáticos suficientes para escribir sus propios poemas lusitanos, los cuales figuran en varios de sus libros; el más notable: Cantado para nadie, y otro de edición reciente: Portugal pequenino. Su delirio por el portugués lo llevó a traducir a los que él llamó poetas “pessoalíssimos” e iniciar con dos de los más notables: Adolfo Casais Monteiro y Sophia de Mello Breyner Andresen en una edición marginal de La Máquina Eléctrica Editorial ―creada por el mismo Renán―, en 1979. Este título adquiere hoy mayor dimensión con más de 10 autores cuya traducción original es insuperable”.
Además de los dos autores mencionados, conforman Cara Lusitania: Manuel Gusmão, Miguel Torga, José Régio, Fernando Guimarães, Eugénio de Andrade, Raul de Carvalho, Luiza Neto Jorge, Fiama Hasse Pais Brandão, Vitorino Nemésio, Mário Cesariny de Vasconcelos, António Ramos Rosa, David Mourão-Ferreira, Alberto de Lacerda y António Osório.
Esta variedad de autores comprueba la admiración por la lengua de Camões y de Pessoa, llevada a su máxima expresión en la poesía, de ahí su anhelo constante de conocerla a fondo, para eventualmente verterla a su lengua materna. A guisa de conclusión podemos decir que Cara Lusitania no es una simple exposición de poemas traducidos, sino el reflejo de un estudio profundo a través de los años de cada uno de los poetas aquí publicados.
Enseguida reproducimos algunos de los poemas cortos traducidos por Francisco para que los lectores puedan tener una idea de su trabajo:
ADOLFO CASAIS MONTEIRO
Aurora
La poesía no es voz, es una inflexión.
Decir, dice todo la prosa. En el verso
nada se agrega a nada, solamente
un orden impalpable da figura
al sueño de cada uno, la expectativa
de las formas por hallar. En el verso le nace
a la palabra una verdad que no encuentra
entre los escombros de la prosa su camino.
Y a los hombres un sentido que no hay
ni en los gestos ni en las cosas:
vuelo sin pájaro dentro.
SOPHIA DE MELLO BREYNER ANDRESEN
Fernando Pessoa
Tu canto justo que desdeña las sombras
Limpio de vida viudo de persona
Tu valiente atreverse a no ser nadie
Tu navegación con brújula y sin astros
En el mar indefinido
Tu exacto conocimiento que nada posee
Crearon tu poema arquitectura
Y eres semejante a un dios de cuatro rostros
Y eres semejante a un dios de muchos nombres
Cariátide de ausencia exento de destinos
Invocando la presencia ya perdida
Y diciendo sobre la fuga de los caminos
Que fuiste como hierba no recogida
EUGÉNIO DE ANDRADE
La oreja de Vincent
Ni las cigarras ni los flancos
encendidos de las siembras,
ni el pensativo color de los lirios
o incluso la bárbara
luz del sur tiene ahora
morada en su corazón;
como halcón herido
la oreja no para de sangrar,
sangra de amor, del negro y alocado
y rebosante amor al mundo,
pero desprevenido y lastimado.
FIAMA HASSE PAIS BRANDÃO
Verso vano
Ola de sol, verso de oro,
Perífrasis vana. Extasiarme,
más bien, por esta fusión,
mezcla de brillos. O, aún
más íntima, la conciencia
extensa como el cielo, el cuerpo de todo,
semejanza absoluta. Respirar
en el requiebro de la ola. En el agua,
una brazada lenta
hasta mi propio límite.
MIGUEL TORGA
Fernando Pessoa
Oculto en su cuerpo y en su nombre
(araña que negaba la propia tela
que tejía),
Poeta de la Poesía
sibilina y cauta,
fue el vidente hijo universal
de un futuro-presente Portugal,
otra vez trovador y argonauta.
LUIZA NETO JORGE
Este año
Este año creció de rodillas
la noche conservó las cuatro lunas
los niños tienen en sus cabellos
sus gritos de paz intransmisibles
MÁRIO CESARINY DE VASCONCELOS
Poema
En todas las calles te encuentro
en todas las calles te pierdo
conozco tan bien tu cuerpo
soñé tanto tu figura
que con los ojos cerrados yo ando
limitando tu altura
y bebo el agua y sorbo el aire
que te atravesó la cintura
tanto tan cerca tan real
que mi cuerpo se transfigura
y toca su propio elemento
en un cuerpo que ya no es suyo
en un río que desapareció
donde un brazo tuyo me busca
En todas las calles te encuentro
En todas las calles te pierdo