Editorial

EUGÉNIO DE ANDRADE, EL POETA DEL AMOR DEL SIGLO XX PORTUGUÉS – Mario Morales Castro

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EUGÉNIO DE ANDRADE, EL POETA DEL AMOR DEL SIGLO XX PORTUGUÉS

Por Mario Morales Castro

Tú ya tenías un nombre, y yo no sé

si eras fuente o brisa o mar o flor

en mis versos te llamaré amor.

EUGÉNIO DE ANDRADE

 

Otro de los poetas portugueses que más destacó durante el siglo pasado fue, con toda certeza, Eugénio de Andrade, seudónimo de José Fontinhas, quien nació el 19 de enero de 1923 en Póvoa de Atalaia, concejo de Fundão, en la Beira Baixa; vivió en Coimbra y en Oporto donde murió en esta última ciudad el 13 de junio de 2005.

En opinión de Fernando Pinto do Amaral fue el poeta de mayor divulgación gracias a su estilo cada vez más próximo a la transparencia y a la sencillez de un lirismo nunca rebuscado, sino por el contrario, cercano al fulgor de las cosas sensibles y concretas. Sus textos exhiben una notable coherencia interior y buscan, frecuentemente, establecer un fuerte vínculo con la “tierra” y su energía, como si el poeta ―maravillado con la belleza natural de todo cuanto existe― escuchara la vibración de cada elemento y con esa plenitud trazara el horizonte de su propia escritura.

Al conciliar sabiduría e inocencia, la obra de Eugénio de Andrade vive, de este modo, en equilibrio entre las leyes terrestres y un deseo aéreo y luminosos que lo proyecta hacia otra dimensión. Según sus propias palabras: la pureza de sus versos “es simplemente pasión por las cosas de la tierra, en su forma más ardiente y todavía no consumada”.

El primer contacto que tuve con la obra de este poeta fue con el siguiente poema, cuando frecuentaba el Curso Intermedio de Portugués en la Universidad de Lisboa:

 

URGENTEMENTE

Es urgente el amor.

Es urgente un barco en el mar.

Es urgente destruir ciertas palabras,

odio, soledad, crueldad,

algunos lamentos,

muchas espadas.

Es urgente inventar alegría,

multiplicar los besos, las siembras,

es urgente descubrir rosas y ríos

y mañanas claras.

Cae el silencio sobre los hombros y la luz

impura hasta doler.

Es urgente el amor, es urgente

permanecer.

 

Más tarde, ya en el Curso Superior, en el Seminario de Poesía impartido por el también poeta Joaquim Manuel Magalhães, entraría más en contacto con sus poemarios. Estudiamos poemas dedicados a la madre, a la naturaleza, a las manos, al cuerpo humano, sobre el erotismo y, desde luego, al amor, junto con su célebre “Adiós”. Uno de los poemas que más apreciaba este catedrático por la cercanía que producía con el lector es el siguiente.

 

MAR DE SEPTIEMBRE

Todo era claro:

cielo, labios, arenas.

El mar estaba cerca,

trémulo de espumas.

Cuerpos y olas:

iban, venían, iban,

dóciles, leves, sólo

ritmo y blancura.

Felices cantan;

serenos duermen,

despiertos aman,

exaltan el silencio.

Todo era claro,

joven, alado.

El mar estaba cerca,

purísimo, dorado.

 

Para Maria Alzira Seixo, el aspecto más frecuente en la poesía de Eugénio de Andrade es la evidencia de un paraíso puramente terrestre, derivado del deseo y perceptible en la transparencia simple de ritmos de las frases orales, de las connotaciones de un léxico severamente escogido y sobre el cual opera un permanente movimiento de metáfora, aparentemente modulador de imágenes diversas dirigidas hacia un mismo conjunto de elementos míticos fundamentales: la tierra densa con sus frutos y cuerpos; el agua fluvial o marina; el aire, o todo lo que hay de volátil; el fuego, o el ardor, o también la luz pura de un abril adolescente, de un verano que derrite, o de un otoño dorado y plácido que se desdobla en una duración primaveral, de juventud. Sin perder el pie en este mundo de referencias materiales, sin omitir su propio testimonio sobre las violencias históricas a las que asistió, sin dejar de tener cuerpo, sentido y raíces sociales, sin nunca dejar de perderse la audición oral de la emoción de las frases, Eugénio de Andrade fue uno de los poetas portugueses más próximos a una poesía-música.

Junto con Sophia de Mello Breyner Andresen, ha sido de los poetas más traducidos; según su biografía, a más de 20 idiomas. Al igual que Sophia, se mantuvo independiente de escuelas y movimientos literarios.

Finalizamos con algunos de los poemas que hemos traducido para adentrar a los lectores en la obra de este poeta.

 

GUERNICA

Compacto

ciego

al aire

sólo le falta el filo.

 

ALBA

Como si no hubiera

bosque más secreto,

como si las fuentes

fueran sólo ardor,

como si tu cuerpo

fuera la vida entera,

el deseo duda

en ser espada o flor.

 

DESPEDIDA

Toma

todo el oro del día

en el asta más alta

de la melancolía.

 

ARTE DE NAVEGAR

Ve cómo el verano

súbitamente

se hace agua en tu pecho,

y la noche se hace barco

y mi mano, marinero.

 

RUMOR

Me despierta

un rumor de ave.

Tal vez sea la tarde

queriendo volar.

Al levantarse del suelo

cualquier cosa que vive,

es como un perdón

que nunca obtuve.

Tal vez nada,

o sólo una mirada

que en la tarde cerrada

es ave,

pero no puede volar.

 

RETRATO ARDIENTE

Es entre tus labios

cuando la locura acude,

baja a la garganta

invade el agua.

Es en tu pecho

donde el polen del fuego

se junta a la fuente,

se derrama en la sombra.

Es en tus costados

donde la fuente empieza

a ser río de abejas,

rumor de tigre.

De la cintura a las rodillas

la arena quema,

el sol es secreto,

ciego el silencio.

Acuéstate conmigo,

ilumina mis vitrales.

Entre labios y labios

toda la música es mía.

 

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