Mariel Turrent – Divagaciones

Mariel Turrent

Divagaciones

22 La novela gráfica

La imagen te permite contar cosas sin decirlas: pero ahí están.

Cuando entras en el mundo de la caricatura, te ves a ti mismo.

Bernardo Fernández BEF

Cuando encontré Habla María, de Bernardo Fernández BEF, me di cuenta de que la novela gráfica resulta una excelente opción para educar, crear conciencia, crear empatía, orientar, y acercar a todo tipo de lector a un tema difícil. Habla María, me cautivó, seguí sin parar los pasos de sus personajes entrañables y al final me quedé con ganas de leer la continuación que espero BEF nos ofrezca en algunos años. Difícilmente yo compraría un libro sobre el autismo, pero esta novela gráfica, me pareció fabulosa.

Gracias a un amigo y cómplice lector, fan —igual que yo— de las novelas literarias de BEF, conseguí su correo electrónico y de inmediato, lo contacté y tuve una amena plática sobre las posibilidades de la novela gráfica para abordar textos difíciles y sobre Habla María. Le conté que habiendo estudiado varias novelas gráficas me doy cuenta de que por todos los códigos que la rigen puede ser un arte en sí, no un híbrido de la literatura y la pintura. Los iconos representan un lenguaje distinto donde la psicología interviene y el lector toma parte activa al interpretar lo que observa en cada gráfico cuidadosamente elaborado. Me parece incluso que se parece más al cine donde un equipo de profesionales de diferentes áreas interviene en un proyecto común. Bernardo coincidió, me dijo que el cine y el comic comparten muchos recursos, aparecen al mismo tiempo (refiriéndose al tiempo histórico), y son como una familia de muchos hermanos que todos se parecen, pero siempre hay dos que son cómplices. Los cómics, en especial la novela gráfica, indudablemente, pueden ser arte. Es un espacio intersticial entre la narrativa y la gráfica donde no debe dominar ninguno, sino que debe existir un equilibrio. No me parece malo que sea un híbrido.

—¿Crees que la novela gráfica puede ser una forma lúdica de abordar temas difíciles? ¿De qué manera lo hace? —le pregunté.

— La imagen te permite contar cosas sin decirlas, pero ahí están. Los dibujos acercan a personas que de otra forma no se acercarían y los cómics son una forma de utilizar la palabra y la imagen que son las herramientas más poderosas para transmitir un mensaje —me dijo.

La narrativa gráfica tiene muchas categorías y formas, una es la novela gráfica, es una manera de contar historias y hay muchas calidades: entretenimiento, frivolidades… también hay basura y por supuesto obras que tienen una ambición más amplia. Hay una vocación lúdica gigantesca en los comics, es muy divertido incluso con temas duros, tienen una función de entretenimiento, pero se puede trascender a sí misma cuando se emplea con estos fines.

La caricatura es una forma de amplificación por medio de la simplificación. Más que una manera de dibujar es una manera de ver. La abstracción nos permite concentrar la atención en una idea. Cuanto más se caricaturiza una cara representa a mayor número de personas. A través de las caricaturas nos vemos reflejados; la caricatura es un vacío que absorbe nuestra identidad y conciencia, lo que el lector ve es un pedacito de él.