EL UNIVERSO Y EL TIEMPO – GABRIEL AVILÉS

EL UNIVERSO Y EL TIEMPO

GABRIEL AVILÉS

A PULSO DE TINTA

presagiodemar@gmail.com

El universo y el tiempo son un reloj que se va difuminando hasta explayarse en el infinito descubriendo sus secretos ante mis ojos de asombro, por eso soy astronauta, vuelo por el cosmos como una gran mariposa de fuego, nada me detiene, desde pequeña supe que iba a conocer hasta el resquicio más escondido del cielo y más allá de éste. Ahora que me veo junto a las estrellas y saber que puedo tocarlas me llena de alegría. Quiero tener entre mis manos a las que apenas nacen pero su luz atraviesa mi corazón con singular fuerza, esa fuerza que solo da la magia de creer en los sueños

Hay algunas estrellas traviesas que les gusta recorrer todas las galaxias, eso me contaban mis papás en las noches de insomnio, hoy, lo compruebo, me siento feliz cual codorniz, las persigo por un rato, bailan junto a mí, reflejan felicidad en los cielos, puedo acercarme a tocar algunas de ellas sin miedo, con determinación y la sensibilidad de mi ser..

En esta travesía espacial que estoy haciendo también encuentro meteoritos que como pequeñas rocas penetran en la tierra con la finalidad de conocer todo lo que hay en ella, explorando el mundo con asombro, los meteoritos son el encuentro entre el cosmos y nuestro planeta, son fragmentos del cosmos vertidos en nuestro mundo sin importar el lugar donde caigan.

A diferencia de los meteoritos, las estrellas fugaces, esas estrellas que se escapan del cielo para infiltrarse a nuestro mundo, ellas van a los océanos para transformarse en estrellas de mar que viven en las profundidades del agua marina para también brillar en esas latitudes y despertar a los peces de la monotonía.

Tantas cosas que están sucediendo en este viaje espacial, soy intrépida, por eso, decido, acercarme al sol, mientras más cercana estoy de él, veo unas siluetas de fuego, me doy cuenta, de algo jamás imaginado, existen las hijas del sol, ellas son cobijadas por su padre que las hace invencibles, desafiantes, avasalladoras.

A lo lejos, vislumbro a la luna, que me invita acercarme y conforme voy a ella, veo que de su luz, salen reflejos blancos. No lo puedo creer, son sus hijas, delicadas pero fuertes, impetuosas, refulgentes como su madre, dispuestas a todo para perpetuarse en los hilos de la noche.

El sistema solar es un enigma, conforme viajo, me detengo en Júpiter, sin embargo, antes de aterrizar ahí, tengo que pedir permiso a las guerreras de sus anillos pues ellas cuidan a cada uno de ellos con suma precaución y cuidado ya que cada anillo representa la virtud de las galaxias.

Salgo de Júpiter y en está exploración intergaláctica, me encuentro con los agujeros negros quienes me quieren adentrar a ellos para no sentirse solos, no descarto su ofrecimiento, me imagino brincando entre luz y materia, descubriendo otros misterios que como astronauta me gusta conocer.

En este recorrido voy de asombro en asombro, al llegar a Plutón me encuentro con marcianos. No lo puedo creer Marcianos en Plutón, quien pensaría que ellos iban a vivir en otro planeta que no fuese el suyo, los veo contentos, alegres de poder echar raíces en otro lugar, pacíficos y en paz, sin problemas de ningún tipo como debería ser en nuestro globo terráqueo.

Sigo mi trayecto en mi nave espacial y puedo ver como un cometa ilumina mi sendero con su brillantez, el cometa se pasea por el cosmos y pasa muy cerca de la tierra, dejando en los que lo ven el prodigio de sentirse en libertad, pensando que se puede volar solo recreándolo con la mente adonde queremos llegar.

Me detengo en marte, me bajo al ver, una sirena de arena en medio del planeta, venerada por sus habitantes al ver la belleza etérea que le rodea y los soles que giran a su alrededor como una corona prismática a punto de enardecer la danza de los años luz.

Retorno a la luna, quiero caminar en ella, sin embargo, está la guardiana de la luna que la cuida de todo extraño, así me acerco con sigilo y musito mi necesidad de andar sobre el satélite lunar, la guardiana al ver mi honestidad, quita todo escudo..

En mi caminar veo al príncipe de Plutón, me acerco a saludarle y me cuenta que se ha quedado sin planeta porque decidió abandonarlo para conocer todas las galaxias, no sabe cómo regresar, entonces, le propongo llevarlo en mi nave, acepta con gusto mi proposición y ambos volamos por múltiples dimensiones.

Decido aterrizar en Venus donde su diosa renace cada vuelta al sol al cual ella se consagra con amor y la sensibilidad de todo aquello que nace en espiral. La diosa de Venus me abre la calidez de su corazón, encuentro la eterna llama y respiro la esencia del todo.

Es hora de volver a la tierra, después de haber recorrido el universo y sus avatares, heme aquí, en este mundo de promesas y buen porvenir, agradezco que me hayan acompañado a conocer las historias que encierran las galaxias.

METEORITOS

ESTRELLAS FUGACES

HIJAS DEL SOL

HIJAS DE LA LUNA

GUERRERAS DE LOS ANILLOS DE JUPITER

AGUJEROS NEGROS

MARCIANOS EN PLUTON

COMETA

SIRENA DE ARENA DE MARTE

GUARDIANA DE LA LUNA

PRINCIPE DE PLUTON (QUE SE QUEDO SIN PLANETA)

DIOSA DE VENUS