Editorial

El niño y la Garza  en la mirada de Hayao Miyazaki – NORMA SALAZAR

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El niño y la Garza  en la mirada de Hayao Miyazaki

NORMA SALAZAR

 

                                                                                              a Julieta Solórzano Camacho

                                                                                                                                              Porque tus años sigan

la luminiscencia

                                                                                                                                              pura de tu horizonte.

El cineasta japonés Hayao Miyazaki de 83 años reanuda su presencia en los escenarios cinematográficos con una nueva película El niño y la garza, su gran talento y calidad creativa nos muestra a través del séptimo arte los rompecabezas de esta historia animada, visibiliza el avasallamiento del duelo, la embestida para confrontar la deshumanización y ciertos momentos observamos lo autobiográfico.

El maestro de la animación japonesa regresa a su pretérito. Narra en un momento cuando era un joven que su madre le obsequió la novela de Yoshino Genzaburo How do you live? (1937), relata la historia del joven Hunichi Honda de 15 años, conocido como Cooper en su juventud vive diversas incidentes de pobreza, espiritualidad asimismo trata de entender las complejidades de las experiencias humanas. Es un libro importante para el cineasta más que su novela  favorita es el origen donde sus recuerdos florecen en las escenas más tiernas de El niño y la garza un título elegido para la travesía internacional de su película e inspirado en las palabras del escritor Genzaburo, éste es el detonante autobiográfico del relato que muestra en su historia visual-animada. Su inspiración plena y su dominio innegable de elementos creativos que lo engrandecen extraordinariamente dentro de la expresión cinematográfica a través de las artes animadas Miyazaki en sus películas  adquiere un valor de legado; El niño y la garza perfecciona el recorrido iniciado con Se levanta el viento, en ella el cineasta se pregunta en imágenes la interrogante del autor Genzaburo en su portada de dicha novela, Miyazaki influenciado en la vida y obra de este realizador del séptimo arte se sumerge al máximo desde su perspectiva visual.

Toda obra de Hayao Miyazaki alcanza un sentido de interrogación reflexivo también da las respuestas concretas,  porque los grandes artistas como él, nunca permitirían reducir el “¿Cómo vives?” a una sucesión de “mensajes, consignas”, atribuidas de palabras vacías, espacios habituales e implícitos.  Amable lector déjeme ser enfática Hayao Miyazaki en su imaginación inabarcable y eminente tiene el don de enunciar a SU YO NIÑO que no ha perdido su conciencia, alma y corazón muestra en clímax de sus películas los rompecabezas internos de la condición humana, reitero el maestro japonés desde la entelequia más pura el camino para la superación del sufrimiento y la exploración de desahogo y mesura interior después de resistir una pérdida tan fuerte.

 

El niño y la garza muestra:

La historia que Miyazaki tiene en su protagonista Mahito,  adolescente de 12 años que va iniciando el relato donde sufre el deceso de su madre en un incendio de un hospital en Tokio, Japón durante la guerra. La familia decide emigrar al campo  mientras el padre de Mahito labora en una fábrica de aviones (es otra referencia en la vida real del director), desde su fantasía el cineasta abre lo más puro del destino del adolescente para superar el duelo a través  del complejo viaje interno, es decir, el personaje de Mahito es un pasajero que recorre todas sus fantasías de ese universo increíble de su YO, como si  viéramos la otra gran obra cinematográfica de Aliceʾs Aventures wonderland del escritor  inglés Lewis Carroll.

Hayao Miyazaki uno de los directores de animación japoneses más aclamados de todo el mundo ha dejado huella indeleble en el séptimo arte con sus películas de animación tan innovadoras. Sus mensajes en la pantalla grande son de un fuerte compromiso con sui público heterogéneo sin perder su esencia humana y habilidad para contar historias que trascienden todo muro cultural; porque el aborda temáticas de orden  ecológico, los derechos de las mujeres, la batalla contra las guerras, los derechos humanos en una sola cinta con belleza visual y una honda narrativa emocional.

En sus películas constantemente nos hace un recordatorio, retrata la relación entre los seres humanos y el hábitat natural, destacando lo hermosa y frágil naturaleza, para él es muy importante el ambiente es el espejo fiel de la verdad de la vida es la conexión intrínseca entre los seres vivos, los seres humanos con su entorno, es la sabiduría y enseñanza de porque están conectados en el planeta, es cuestionar la RAZÓN DE SER en cada espacio geográfico en cada tiempo, es asimilar y valorar como proteger la naturaleza, saber convivir en ella por el bienestar humano entrelazado al equilibrio del planeta, en una ocasión afirmó Miyazaki:

“Los humanos no están en armonía con la naturaleza, sino que se esfuerzan por conquistarla constantemente. Necesitamos volver a equilibrar esa relación”

Termino ávidos lectores, no sabremos si ésta película sea la última, su último viaje de Hayao Miyazaki, pero, lo que si podemos afirmar es que El niño y la garza es una cinta exuberante, misteriosa con señales e interrogantes por momentos desconcertantes del extraordinario trabajo artesanal y asombrosa imaginación de Miyazaki, es una película importante en estos tiempos truculentos que nos hace llorar por lo hermosa, armoniosa y, que no tiene un público exacto, porque un adulto puede recordar que alguna vez fue niño.

 

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