Internacional
Tiembla de euforia el carnaval de Río de Janeiro
Río de Janeiro se sumergió ayer en su ritual más esperado, con el que muestra al mundo que su carnaval no tiene parangón y hace temblar de euforia el Sambódromo durante dos días de desfiles de sus escuelas.
Después de un año entero de arduo trabajo y ensayos técnicos, cada una de las 12 escuelas competidoras espera convencer al jurado de que es la mejor en el arte de bailar samba.
En los barracones, los grandes talleres donde se confeccionan los elaboradísimos atuendos de raso y lentejuelas, así como los impresionantes carros alegóricos, los nervios estaban a flor de piel.
“Aquí lo llamamos TPC, ‘tensión precarnaval’”, contó Pedro Gaspar, un bailarín o passista de la escuela Unidos de Vila Isabel.
Aunque en estos días Brasil no suele pensar en otra cosa, este año las imágenes de los últimos preparativos cedieron espacio a la operación policial de la que fue objeto el ex presidente Jair Bolsonaro.
Como dicta la tradición, el carnaval quedó de forma oficial inaugurado el viernes, cuando el alcalde Eduardo Paes entregó simbólicamente la llave de la ciudad al Rey Momo, que debe gobernar
durante estos días de realidad paralela que supone el carnaval.
Una toma de poder realizada con esta alegría, energía y todo este amor, característicos de los pueblos brasileño y de Río, será siempre muy bienvenida en este país
, afirmó Paes.
Celebración de aniversario
Se espera que 70 mil personas abarroten el Sambódromo. Esta mole de concreto proyectada por el arquitecto Oscar Niemeyer en el centro de Río, con una pasarela de 700 metros flanqueada por gradas, celebra este año su 40 aniversario.
Cada escuela contó con unos 3 mil participantes entre músicos, bailarines, reinas y otros personajes, y dispuso de entre 60 y 70 minutos para dar lo mejor de sí.
El estruendo de la música y el canto se escuchó en cientos de metros a la redonda hasta el alba.
La batería y la samba compuesta especialmente para la ocasión son dos de los aspectos que evalúan los 36 miembros del jurado.
El espectáculo, detrás del cual se invirtieron millones de dólares, atrae a miles de turistas y locales, que apoyan con devoción total a sus escuelas preferidas.
Este año el carnaval de Río recibió la mayor inversión de su historia del gobierno: 12.5 millones de dólares; 40 millones son para las escuelas. La alcaldía de Río les destinó otros 40 millones.
En todo Brasil, la inyección será de mil 800 millones de dólares.
En tanto, en Sao Paulo, leyendas indígenas de la Amazonia brasileña, música del género hip-hop, poesía modernista y mitos griegos marcaron ayer el ritmo de samba la segunda y última jornada de los desfiles de Carnaval en esta ciudad, la mayor urbe sudamericana, en el sureste de Brasil.
El sambódromo Anhembí de Sao Paulo despidió ayer, al salir el Sol, las carrozas y los vestuarios de Carnaval, para dar inicio por la noche a las dos jornadas emblemáticas de la ciudad de Río de Janeiro.
Si bien los desfiles de las distintas escuelas de samba finalizaron ayer en Sao Paulo, las comparsas callejeras continúan, al igual que en las principales capitales del país, con millones de personas en las calles.