Editorial

RADIOGRAFÍAS – La tormenta del padre

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RADIOGRAFÍAS

La tormenta del padre

NORMA SALAZAR

El arte y la literatura en general han sido, a través del tiempo, una grafía para detallar y exteriorizar los anhelos e inquietudes más recónditos del ser. Este es el interés fundamental que Franz Kafka (1883-1924), escritor checo vio en la escritura.

Firmando obras tan representativas como La Metamorfosis, El Proceso o El Castillo, que hoy continúan siendo de gran notabilidad para el mundo de la literatura, Kafka ha pasado a la historia como uno de los escritores más trascendentales y más representativos de la modernidad. Una de las particulares vitales en las obras de Kafka es que en cada uno de sus libros muestra el sentimiento del hombre frente el aciago mundo en el que reside, ese hábitat que va evolucionando e  ingresa  con el mundo contemporáneo.  Lo relevante en este autor es que comunica su estado de autoestima sin tapujos, con una capacidad para atraer lo inconsciente a la conciencia por medio de la creación literaria, esa habilidad de presentar al lector una narrativa inconsciente, de tal forma que el YO del lector no se sienta incómodo, tampoco se considere de ninguna manera vergonzosa a las disimiles fantasías de sus YOʾS que cada ser humano tiene en su vida cotidiana.

En Carta al Padre, realiza un análisis en el cual parte de la base que este escrito en particular fue escrito con una profunda carga emocional, la cual está acompañada de sentimientos como la frustración, humillación, coraje y un profundo sufrimiento, aun así, el lector se siente atraído con una enorme satisfacción. En primera instancia sobresale, a partir del texto que para Sigmund Freud resaltaría la realidad y la imaginación en el niño se conservan en diferentes planos, sin embargo, se resguarda un vínculo entre ellos. El mejor perfil de lo imaginación se da en el juego, el cual causa placer; este último se va empequeñeciendo, así como también la acción de juego a medida que van atajando los años y el niño va creciendo. En periodo adulto la consecuencia  está disminuyendo del juego, ese placer va consiguiendo en la adultez los sueños diurnos más caóticos; esto podría llamarse quimeras, lo cual es un intento para suplir alguna desventura. De lo antepuesto brota una apreciación frente a la creación de obras literarias, cuales serían  para reemplazar alguna carencia del autor y proporcionar satisfacción al mismo. En Carta al Padre, se evidencia el inminente temor que sentía Kafka por su padre. Aspectos como la inferioridad que sentía éste ante su progenitor, el muro que este último había puesto en su trato padre-hijo.

En esta obra el padre es expuesto como un ser omnipotente, casi como un Padre-Dios, lo Franz Kafka, déjeme ser enfática atento lector, vivió un inmenso sentimiento de inferioridad, culpa y menosprecio hacia él mismo. Carta al Padre muestra que la intención de Franz Kafka esencialmente era poder ser atendido por su padre y poder mostrar su honda angustia e insatisfacción en cuanto a su relación filial.

Ahora bien, en la carta se localiza un elemento que podría estar conexo con la conversión, donde el YO detiene o inutiliza alguna capacidad somática a manera de expresión a causa del conflicto emocional. Se debe cuestionar si Kafka expresa en sentido literal su pérdida en la capacidad de hablar, cuando en la carta nos narra una relación literalmente de imposibilidad de comunicación.

Kafka:

“yo siempre me he escabullido de tu presencia, refugiándome en mi habitación, en los libros, en los amigos chalados, en ideas exaltadas…”

Otro fragmento muy claro:

“Uno se volvía un niño gruñón, desatento, desobediente, con la mente puesta siempre en la huida, casi siempre huida interior”

Termino ávidos lectores, la escritura para el escritor  Franz Kafka era su catarsis y sentimiento de liberación.

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