Frida Sofía no cede y ratifica demanda contra Enrique Guzmán por presunto abuso

Ahora que Frida Sofía se encuentra en México, se reunió con su padre y han presumido en redes sociales los momentos felices que pasan. Con quien no ha tenido acercamiento es con su madre, Alejandra Guzmán.

Una amiga de la rockera, quien forma parte de su staff, nos hace fuertes revelaciones del distanciamiento.

¿Ale sabía que Frida Sofía venía a México?

“Sí. De hecho, el 26 de julio estuvo en la majestuosa fiesta de Carín León por sus 35 años, y ella cantó. Después del evento, Ale se fue a descansar a su casa de Huatulco donde tiene un yate, para relajarse y reflexionar”.

“Sabía que Frida vendría y quería evitar cualquier situación. La familia Pinal se enteró de que vino a México a ratificar la denuncia por presunto abuso en contra de su abuelo (Enrique Guzmán), y que desea visitar a doña Silvia, su abuela”.

“(A Ale) Le duele mucho que siga con la demanda. Se refugia en el yoga, en sus clases de canto, el trabajo y el amor de su madre. Desde 2015, cuando tuvo su última rehabilitación, no ha vuelto a beber una sola copa”.

Alejandra Guzmán lamenta que, por terceras personas, se haya roto la relación madre hija.

“Ale, cuando está en México, visita a su madre todos los días. Sé que le cambió el servicio médico, enfermeros. Tienen una relación estrecha y hablan mucho de Frida. Doña Silvia le dice: ‘Estate tranquila. Mi nieta va a reflexionar y te buscará’. Alejandra lamenta que, por terceras personas, se haya roto la relación madre-hija”.

“Alejandra ha dicho que la culpable de todo esto fue Cinthia Velarde, quien fuera su mánager por años. Ella empezó a meterle ideas a Ale sobre por qué le daba tanto dinero a su hija. Que lo malgastaba en alcohol y otras sustancias. Después Ale se dio cuenta de los malos manejos de su mánager”.

“Ale se ha tragado muchas cosas. Desde que nació su hija fue la única persona que la sacó adelante”.

“Ella reza por que Frida siempre esté bien. Le desea lo mejor. Que una luz la ilumine y recapacite. Que escuche su interior y en algún momento se reconcilien porque, a final de cuentas, la sangre llama”, concluyó.