Editorial
LAURA SALAMANCA L. – LAS 7 DECISIONES INFANTILES
TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
LAS 7 DECISIONES INFANTILES
Desde que tenemos uso de razón e interactuamos con nuestros cercanos, nos enfrentamos a la toma de decisiones que nos hace salir adelante en nuestra vida. Y es que de pequeños incluso desde bebés aprendemos como nuestros padres o cuidadores nos perciben, aunque también hay una serie de eventos que van a a influir en esa comunicación, como por ejemplo, si el bebé es deseado o nace porque no hubo de otra o porque no funcionó el aborto o si, porque el marido no estaba de acuerdo en que la mujer se operara para no tener más hijos, o porque alguien se tiene que quedar con la herencia etc. Así hay miles de cosas y recordando lo que alguna vez comenté, que no hay mayor dolor para un bebé que no ser visto por la madre, eso es algo que lo marcará hasta la adultez.
Pero veamos cuales son las formas que los niños utilizan y que nosotros hemos utilizado para poder sobrevivir en esta jungla.
La decisión infantil será el rasgo característico de una personalidad y suele manifestarse cuando la persona se siente amenazada o en estado de perturbación y entonces reacciona agrediendo o huyendo con alguna de estas 7 decisiones. Se dice que ésta es una actitud infantil, porque se comporta de manera infantil inmadura o reactiva y no razona lo que hace. Y es que todos crecemos físicamente, llegamos a tener un cuerpo de adulto, una mente analítica, pero emociones de niño, esa esfera no ha madurado, aunque tengas muchos años, a menos que empieces a reconocer y a comprender y trabajarlo.
Pero ¿cómo inicio todo esto? ¿Y cómo al ir creciendo sigue alimentando la misma emoción?
1.- quiero que sepan que aquí estoy
Aquí el bebé depende del entorno y la primera comunicación es el llanto, lo que quiere, lo quiere ya, es urgente “voy a salirme con la mía”, ahora exigiendo, demandando con coraje. Aquí nace el (odio)
2.- tengo que luchar por mis derechos
No es que quieras, me tienes que atender y entonces el bebé llorara más fuerte. Aquí nace la (cólera)
3.- tengo que complacer
En la mayoría de los casos, es el complacer a la madre, porque está aprendiendo a sobrevivir, aquí nace (rencor)
4.- debo hacer y creer lo que dice mi autoridad
Y es que no tiene manera de conocer otras cosas por la edad que tiene y aquí nace el (miedo)
5.- si me comporto de cierta manera me aceptan
El niño comenzara a dejar de ser como es realmente solo para que la gente de su alrededor lo quiera y comenzara a crear estrategias para interactuar según sea el grado de aceptación que espera de los demás. Aquí nace la simulación y el no presentarse como realmente es, el resentimiento y el rencor
6.- que los demás cambien “yo no”
Aquí el niño siendo agresivo toma la decisión de “que los demás cambien y así seré feliz”, en el fondo existe un rencor en donde el niño buscará una venganza y normalmente, pone distancia, desobedece. Levanta tu ropa – no lo hago báñate- no me baño, no estudia, reprueba y las cosas que le chocan a los padres las hará con mayor frecuencia llevando siempre la contraria. ( odio, cólera y resentimiento)
7.- enfermarme es el mejor recurso para que me vean
El niño piensa que atentar contra sí mismo le va ayudar para que los demás le pongan atención “soy importante, que no se te olvide”
Claro que no es una regla general pero hagamos historia y recapacitemos si nos identificamos con alguna de estas decisiones. Incluso en el ambiente más propicio y con mucho amor, se puede generar alguna, ya que como padres no podemos tener todo bajo control y cuando nacen por ejemplo, que madre no se ha retrasado un poco en llevarle el biberón al hijo, todas nuestras emociones vienen de algún lugar, tanto en genes de antepasados o de vidas anteriores pero lo más próximo que tenemos es nuestra vida de niñez y que vamos poco a poco, alimentando las emociones que nos acompañan en el transcurso de la vida. Por lo tanto habrá que reconocer que emoción no me ha dejado avanzar y comenzaré a trabajarla para poder canalizar en una forma positiva lo que me ha acompañado desde niño. Si no se trabajan estos estados emocionales cuando son intensos y habituales afectaran negativamente la calidad de la vida de las personas
Al Salir por la puerta hacia mi libertad supe que; si no dejaba atrás la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo un prisionero.
Nelson Mandela