Editorial

TANATOLOGIANDO – LAURA SALAMANCA L.

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TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

MIS EXPERIENCIAS DE MUERTE
Pero y ¿Qué pasa con la muerte y su proceso?

Parte del miedo a la muerte es saber que la persona o uno mismo, no haya finalizado con su plan divino o su misión en esta tierra.

Algunas personas la experimentaran de diferente forma, ya sea dolorosamente, atormentadamente o hasta horrorizados, sin embargo los privilegiados morirán en pleno sueño (la muerte de los justos) así le llaman y es que depende algunas ocasiones de la forma en cómo vivieron su vida y lo más importante es saber qué es lo que piensan de la muerte, ya que así como piensan que es, así crearán su propio escenario.

Nacemos acompañados de seres espirituales y morimos igual acompañados por eso nunca estamos solos, la ciencia poco a poco ha ido aceptando que hay vida más allá de la muerte, esto se volvió más claro cuando el Dr. Weiss (Psiquiatra) lo descubrió en su consultorio.

Elizabeth Kûbler Ross nos ha dejado un gran legado y es que en los últimos momentos la mayoría de la gente puede visualizar a sus familiares muertos y adquieren mucha paz dentro del proceso de los últimos momentos, incluso algunos días atrás comienzan a verlos y hasta a platicar con ellos, y hay señales que bajan, donde ellos saben que abandonaran el cuerpo en poco tiempo. En el momento de morir, su espíritu que acaba de salir del cuerpo flota hacia arriba, para ver lo que está sucediendo y el oído tarda más de una hora en desconectarse, por lo que es conveniente hablar de lo que no se pudo antes de morir, y quedar en paz con él/ella.
Cuando muere la persona, (no importa cuánto tiempo hace que falleció) la energía que se encuentra desde ese otro lado está activa, se sabe que podemos recibir información desde esta otra dimensión, por medio de sueños, fragancias, apariciones de animales, plantas, etc. que traen una paz y que todo esto puede aparecer o sentirse hasta en fechas muy especiales para los involucrados con el familiar que falleció. Y en esto no existe el tiempo ni el espacio.

El saber de otras personas que han experimentado estas situaciones nos lleva a ser más sensibles y a descubrir nuestras propias experiencias.
La energía está buscando donde contactar y nosotros somos ese punto que entra y sale del universo, entre el mundo físico y el mundo cosmogónico a través del vacío. La información cosmogónica va bajando en cada uno de nosotros y son los testimonios los que dejamos al partir.
Pero y ¿qué pasa con ese punto que somos nosotros o el recipiente que recibe la información?

A veces hay confianza en la información que nos envían y no es fácil captarla o comprenderla ya que a veces es simbólica, pero a veces el receptor esta tan materializado que no puede llegar a comprender la información y es que hay que estar completamente abierto al universo a las señales que se pueden presentar ya que de no ser así, habrá infinidad de señales y pasaran por alto para estas personas perdiéndose el gusto de sentirlas. El tiempo va llevando a las personas a experimentarlo. En la actualidad ya hay mucha gente que puede dar testimonio de lo que ha vivido y que antes no se reconocía. La base de todo es la Intuición, por lo que hay que trabajarla y confiar en los mensajes que el cuerpo nos mande y darles la importancia que requieran.

Hace casi 4 años dediqué este espacio a la muerte de mi padre, que el covid se ha llevado, pues en está ocasión la muerte de mi madre vuelve a llevarme a la fantasía entre la alegría y la tristeza. Por un lado por ser un día muy especial para mí, como es el 6 de enero en la madrugada, donde me han pasado cosas tan increíbles este año no fue diferente. Dormida en mi hamaca y siendo la madrugada de día 6 de enero aparece un escenario en mis sueños de una gran fiesta en un jardín hermoso lleno de flores desde la puerta de entrada que está rodeada por plantas y hojas grandísimas, alguien me comenta que son las alas de un ángel y las observo desde la parte interior del jardín, ya que siendo la puerta de entrada, por dentro está rodeada de dichas plantas. Voy de la mano de mi primo Carlos y nos acercamos al fondo del jardín donde se encuentra una piscina grande y junto hay unos camastros, y en uno de ellos veo recostado a mi padre, vestido con una camisa azul clara y un pantalón gris obscuro pero como de 45 años y sin bigote (el acostumbraba quitárselo muy pocas veces) lo veo completamente feliz carcajeándose con la gente que lo rodea y yo sabiendo que él ya estaba muerto me acerco y le pregunto que hace allí y él solo se encoje de hombros y sigue riendo, yo le vuelvo a preguntar que como le hizo para venir y para esto él me contesta “es que solo hoy me dieron permiso de venir “ y me da muchísimo gusto, sigo con mi primo de la mano y recorremos la fiesta viendo a los familiares que se fueron con la pandemia y yo estoy feliz de haber viso a mi padre, en eso me despierto y tenía una lagrima de alegría en la mejilla. Corrí a platicarle a mi hija que se encontraba aquí conmigo y por teléfono a algunas amigas.

Finalmente ese día, ya por la noche nos encontrábamos en casa y la llamada de mi hijo justo a las 9pm que mi madre había muerto. Entonces pude entender el sueño tan vívido. Mi padre vino por ella.

Con mi abuela materna pasó que se quedó en coma por 24 hrs. Y al siguiente día al cambiarle las sabanas en el hospital debajo de su almohada se encontraba una pluma de una paloma. Ella cuando despertó del coma nos dijo que se había ido a despedir de los familiares que vivan en el interior de la república y hasta de los que viven en Estados Unidos.

Un tío paterno fue bombero durante 33 años con muchísima vocación de servicio y al morir le mandaron a los bomberos vestidos de Gala para despedirlo en el panteón jardín de la ciudad de México, al ir bajando la caja de muerto con poleas empieza a sonar la sirena del camión de bomberos y justo en ese momento cae una tromba. Era tan impresionante que nadie pudimos movernos de nuestro lugar aunque estábamos empapados. Eso fue despedirlo con honores.

Otro hermano de mi padre, cuando estaba muy enfermo en el hospital gritaba que se le iba el tren y hasta teníamos que entrar al cuarto para decirle que no gritara, y así fueron sus últimos días. Finalmente al llevarlo al panteón y al ir bajando la caja a lo lejos vimos como un tren se alejaba justo en ese momento.

A veces hay que ser un poco sensibles para darse cuenta de la forma como nuestros seres queridos, pueden manifestarse y cómo podemos disfrutarlo.
Ahora viviendo mi duelo puedo decir que estamos tan cerca pero a la vez como somos tan terrenales, no podemos hacernos a la idea de no verlos y podemos sentirlos tan lejos. Simplemente hay una tela muy delgada que nos separa.

“Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo”
Platón

lauhipnosis@gmail.com

 

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