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“Los niños de la Obrera”, ejemplo de labor social, afirma Ramírez Marín
Conocer las necesidades de las comisarías del sur de Yucatán, siendo empleada de la Conasupo, despertó en Nelsy Caamal Alonzo el deseo de ayudar a los demás. Primero lo hizo con familias cercanas a su casa en Mérida, pero hace 10 años decidió abrir un comedor que hoy atiende a 85 niños desvalidos del sur de la ciudad.
Con la ayuda de 12 voluntarios, entre ellos sus hijos, Nelsy se las ingenia para conseguir todos los días alimento para este grupo de niños, huérfanos, abandonados, niños de la calle o simplemente que no tienen para comer. En ocasiones, el número de beneficiarios llega a 120 con los adultos mayores, desempleados y personas con discapacidad que llegan también en busca de ayuda.
Echando mano de conocidos y amigos, Nelsy constituyó hace 4 años la asociación civil “Los niños de la Obrera”, nombre de una colonia del rumbo, a fin de gestionar apoyos en las dependencias de gobierno. A partir de entonces comenzó a presentar proyectos, tocar puertas y, al fin, comienza a recibir ayuda de instancias federales y estatales.
“Buscando ayuda me acordé del diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, amigo mío de muchos años, y lo invité a conocer el comedor. Sé que ha estado gestionado apoyos para mucha gente, no solo de Mérida sino del interior del Estado, y confío en que nos echará la mano para seguir adelante con este proyecto”, afirmó Nelsy Caamal.
“No vengo de una familia acomodada, pero en casa nunca faltó nada y veía todo color de rosa, hasta que por mi trabajó conocí las necesidades de la gente del Cono Sur de Yucatán. Eso me tocó el corazón” relató, en el marco de una visita que realizó el legislador yucateco al local de “Los niños de la Obrera”, ubicado en la colonia Castilla Cámara.
Entre los 85 niños que acuden al comedor, figura una jovencita de 15 años, que hace cuatro años dejó de ir y ahora regresa, solo que, con un hijo en brazos.
“Venía desde chiquita, ya había llegado al cuarto grado de primaria, pero un día me la quitaron, su papá la metió a trabajar para ayudar en el gasto de la casa. No pude hacer nada, legalmente no es mi hija y no tenía manera de retenerla”, recordó, al comentar la historia.
“Regresó hace poco, pero ya como mamá, con una criatura. Es madre soltera , el papá del niño, un chavo de 24 años, obviamente no se hizo responsable de ellos”, deploró Nelsy, con un dejo de tristeza. “Ahora no es una, sino dos a los que hay que ayudar, ni manera, para esto estamos”, indicó, retomando el ánimo, contagiado por un convivio navideño al que asistieron todos los beneficiarios, directivos de otras asociaciones civiles y vecinos del rumbo.
Durante la visita al comedor, Ramírez Marín fue conociendo otras historias, tanto de los niños como el de algunas personas de la tercera edad que asisten al lugar. También le plantearon las necesidades del centro de asistencia.
A nombre de los voluntarios, Flor Georgina García fue la encargada de darle la bienvenida y de agradecerle su vista y su apoyo al comedor.
El diputado saludó de mano a los beneficiarios, desayunó con ellos y, con la ayuda de un Santa Claus, caracterizado por Iván Quezada Caamal, hijo de Nelsy, repartió juguetes y balones de fútbol, ante la algarabía de niños y adultos.
“Es un gusto conocerles, pero más gusto me dará ayudarles”, afirmó el diputado al estrechar la mano de los beneficiarios, con quienes convivió largo rato.
“Nelsy, no hay muchas palabras por decir, más que para felicitarte a ti y a todos los voluntarios por esta gran labor social que realizan, y para ofrecerte mi ayuda personal, cuentan conmigo”, recalcó Ramírez Marín, ante los aplausos de los asistentes.
“Es un testimonio de vida, que sirve de ejemplo para todos. Si en casa hay padres de familia que se esfuerzan por darle de comer a cuatro integrantes, imagínense lo que hay que hacer para darle de comer ¡a 85 todos los días! De verdad, esta obra es digna de admiración”, apuntó el diputado, conmovido por la generosidad de Nelsy y los voluntarios de la A.C.
“En Yucatán la gente ayuda a la gente, la generosidad es una de nuestras fortalezas y aquí tenemos un claro ejemplo. Claro, se necesitan más manos para ayudar y allí es donde cuentan conmigo”, enfatizó el diputado, ante otros aplausos.
“Y los voy a ayudar particularmente con el tema del empleo, tenemos que ver la manera de que tengan ingresos, sobre todo las mujeres. Me parece muy buena idea abrir un café para que administren, también podemos instalar un pequeño taller para maquilar ropa o hacer guayaberas, o ver un terreno aquí cerca para un invernadero de hortalizas”, afirmó.
“Lo importante es empezar y así lo haremos, para eso cuentan con su amigo Jorge Carlos Ramírez Marín. Muchas gracias amigos y les deseo a todos una Feliz Navidad y lo mejor para ustedes y sus familias en el año que viene”, remató, ante los aplausos de los asistentes al emotivo convivio.