ATROPELLADA TARDE DE TOROS EN EL “COLISEO”…

Tremendo porrazo de Pablo Hermoso de Mendoza al colisionar con un burladero junto al patio de cuadrillas, saliendo disparado de su montura “Dalí”, perseguido por el burel “PALILLERO”, primero de la tarde, pero afortunadamente solo fueron golpes leves y un “chuchuluco” detrás de la oreja derecha.

 El rejoneador hispano, que traía todas las ganas de agradar montando a sus jacas toreras, fue víctima del apuro con que el bicho de la ganadería de “Fernando de la Mora” lo acosó, mal calculando el viaje, chocar con resguardo del burladero y ser asistido por su infantería. Sin perder tiempo, Pablo regresa al ruedo montando  a “Manizales” y luego de clavar los palitroques trata de hundir el acero, pero falla pinchando en 7 ocasiones para finalmente dejar una media desprendida que hace doblar al burel y el puntillero despacharlo al más allá. Silencio.

Con su segundo enemigo, Hermoso de Mendoza tuvo frente a “PAJARITO”, un toro de 560 kilogramos de peso, marcado con el número 57, con el que inicia montando sobre  “Carmona”, haciendo el clásico burladero a la grupa, con giros espectaculares que le valieron una salva de aplausos del respetable. Desmonta y trae a “Disparate”, castaño oscuro que reta al toro con alegorías y pases al estribo, que dispara los gritos de “Olé” y palmas al vuelo… Pablo entiende la alegría de su público y en “Deseado”, empuña el rejón de muerte, con el que vuelven los pinchazos en 5 ocasiones, mete una media trasera, desmonta y con la corta asesta el golpe final, lamentándose de haber topado con hueso. NADA. 

LOS DE A PIE…

El cartel confeccionado por la empresa del “Coliseo”, se integró con los espadas Ignacio Garibay y Sergio Flores, los que a decir verdad, estuvieron con el santo de espalda: pinchazos a tutiplén, revolcones con suerte, la infantería muerta de miedo tirando capotazos sin ningún orden y… pues nada agradable que contar.

GARIBAY…

Primer espada de la baraja, se enfrentó al segundo y quinto de la tarde, “ZAMORANO” y “ACEITUNERO”, los más pequeños del pesaje, con cara de becerros, bravos pero de embestida con tarascases por doquier, todo un galimatías sin resolver, sobrevienen los pinchazos y luego de escuchar aviso de la autoridad, finalmente resuelve con la corta.

SERGIO…

El coleta que la afición yucateca festeja por su popular entrega frente a la bestia, al parecer, no se acomodó con ninguno de sus dos bureles de la ganadería regiomontana  de “Vergel”.

El corrido en tercer sitio,  llevó el nombre de “CAMALEON”; Sergio enfundado en un terno color pistache, enfrentó a un burel negro entrepelado, paliabierto, codicioso y tobillero. El piquero hace lo propio, los banderilleros con una legua de miedo rejonean a pie, con los consabidos abucheos de las graderías que llenaron casi media plaza. Ya con la muleta en la diestra, Flores sacar limpios pases con cambios de mano y remates de pecho, hasta tomar la toledana y fallar en 6 ocasiones rematando al bicho con un golpe con la corta. Silencio.

Con el que cerro plaza, Sergio tuvo enfrente a “AFINADOR”, negro con mancha parda en el anca derecha, el  que tumbó al piquero sin lesionar a nadie; en el turno de las infanterías se lució el chaparrito Fernando López, quien colgó cuatro hermosos palitroques, que le valieron palmas. El Coleta se inconforma con el piso y se desprende de las zapatillas, para recetar tandas de derecha y remates con el de pecho, un rodillazo temerario y sin más, entra a matar dejando una media que por más giros de los asistentes, Flores toma la corta y colorín colorado. Silencio, nada, shupí, Dzoki… Hasta la próxima (temporada).