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Niñas y niños conservan la cultura maya con números
“Ya sé sumar y restar, me falta aprender a multiplicar y dividir”, son las palabras de un hombre que a sus 45 años estudió matemáticas en maya con la ayuda de frijoles, caracoles y la raya, aunque puede ser cualquier otro material, y que al mismo tiempo se atrevió a inspirar a 24 docentes a prepararse para instruir a más de 300 niñas y niños de esta forma.
Se trata de Ricardo Enrique Zetina Flores, supervisor de la zona escolar 038 en Yucatán, quien al llegar al área notó que los resultados en los procesos de razonamiento no eran muy alentadores en los estudiantes.
Dado su sumo interés por el arraigo cultural, decidió fusionar ambos contenidos en un solo rubro. Fue así como propuso que todos las y los profesores de la zona se inscribieran a talleres y así ha sido desde noviembre pasado. Cada mes, al salir de sus clases, acuden a una capacitación con especialistas en el tema, con lo que obtienen las herramientas pedagógicas que luego desarrollan en el aula.
Los materiales que utilizan son sencillos, pueden ser piedras, frijol, maíz u otro tipo de granos, piezas con las que la matrícula genere un mejor vínculo. Por ejemplo, para representar a los caracoles ocupan, alguna pasta con esa forma y para las rayitas, palitos. Con todo eso simbolizan los números mayas, lo cual les facilita luego iniciar con las ecuaciones.
Uno de los planteles que forma parte del proyecto es la escuela primaria indígena “Emiliano Zapata” en Nohsuytún, Valladolid, donde hay 56 hogares en los que viven 298 habitantes, mujeres y hombres mayahablantes. Gracias a esta estrategia, un estimado de 50 educandos del sitio ya conoce el lenguaje matemático en maya.
“Estamos acostumbrados al sistema que nos indica ‘cinco más cinco son 10’, pero las matemáticas en maya permiten la manipulación de objetos, por lo tanto las niñas y los niños son capaces de razonar, lo que les resulta más fácil, incluso podemos usar ejemplos de su vida diaria y esto les ayuda mucho más”, compartió Fernando Higinio Castillo Ku, docente mayahablante originario de Peto.
Él considera que la estrategia ha sido una herramienta valiosa, pues sus alumnas y alumnos comprenden de una mejor manera su contexto. Además, por su conocimiento de la lengua, está a favor y muy complacido por su inclusión en este sistema.
Anahí Esmeralda Dzib es una de sus estudiantes y a sus 11 años razona bien el sistema de enseñanza tradicional de las matemáticas y el que se aplica en su propia lengua, aunque admite que con sus padres puede poner en práctica la segunda forma.
“Me gustan las matemáticas y me gusta cómo me las han enseñado mis maestros, así puedo compartir con mis papás lo que he aprendido y ellos también lo entienden. Usamos las matemáticas para contar las gallinas, para saber cuánto sembramos y para saber qué es lo que necesitamos en nuestra casa”, comentó.
Precisamente por ello, Castillo Ku reiteró que es importante la relación entre lo que se instruye en las aulas y el entorno de las niñas y niños, pues de esta manera se apropian de sus conocimientos. “Siempre hablamos de los mayas de antes, pero nosotros somos mayas actuales y también podemos reivindicar la forma de enseñar a las nuevas generaciones”, afirmó.
Otro de los profesores que se ha especializado en la materia es Iván Ek Paredes, quien se dedica a capacitar a sus colegas. Para él es grato que cada vez sean más personas interesadas en este tema, ya que las matemáticas son importantes en la vida diaria, pues su comprensión permite obtener un pensamiento lógico y mayor razonamiento a la hora de tomar decisiones.
“Anteriormente no se les hacía reflexionar a los alumnos y ellos no construían su conocimiento. La nueva educación exige que se les enseñe a razonar, por lo tanto con las matemáticas en maya es posible que ellos tengan mayor comprensión a través del juego”, aseveró.
En la actualidad son siete los planteles que corresponden al Programa de Tiempo Completo, en los que se implementa esta forma de enseñanza de manera permanente, sin embargo, se espera que esta iniciativa tome fuerza y se replique en todas las escuelas de Yucatán. Fruto de esta acción, más de 300 niñas y niños ahora entienden del lenguaje matemático con mejor razonamiento.
rrc