General
Kulubá, punta de lanza para el rescate arqueológico en Yucatán
El Gobierno del Estado destinó 35 millones de pesos para el rescate, conservación e investigación de cinco proyectos arqueológicos en las antiguas ciudades mayas de Chichén Itzá, Izamal, Dzibilchaltún, Uxmal y Kulubá, los cuales estarán a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Al pie del Palacio de los Mascarones en la urbe prehispánica de Kulubá, en el oriente del territorio, a más de 200 kilómetros de Mérida, el titular del Poder Ejecutivo, Rolando Zapata Bello, y el director General del INAH, Diego Prieto Hernández, signaron un convenio de colaboración para poner en marcha dichas acciones, que contribuirán a preservar el amplio legado cultural heredado por la ancestral civilización.
“Porque conociendo de dónde provenimos, es que podremos mantenernos avanzando hacia donde queremos llegar, hacia nuestro objetivo común: el Yucatán del bienestar”, apuntó el mandatario, acompañado del titular de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), Saúl Ancona Salazar.
Ante autoridades de los tres niveles que atestiguaron la firma del acuerdo para habilitar este sitio, que será el número 18 de la entidad, el Gobernador dijo que esto permitirá incrementar lo que sabemos sobre los mayas y lo pondrá a disposición del turismo local, nacional y extranjero, para que conozca su legado.
Tras 18 años de que se realizaran las últimas labores de salvamento y apertura al público de una zona arqueológica, específicamente Ek Balam, Zapata Bello subrayó que con menos de dos décadas, ésta ya se ha posicionado como la tercera con mayor número de afluencia en todo el estado cada año.
Por eso podemos afirmar que, gracias a su historia y su ubicación geográfica, Kulubá permitirá fortalecer aún más el oriente de nuestro estado como un polo de atracción turística, consolidando a Yucatán como un estado caracterizado por su cultura y tradición, y también como uno de los más importantes del sector, acotó.
Acompañado de su hija Monserrat, recordó la trascendencia de que la juventud se interese y aprecie esta herencia que, en el caso de Yucatán, en los últimos cinco años ha vivido su mayor crecimiento de toda la historia.
En 2012, nuestras zonas arqueológicas y ecológicas recibieron a aproximadamente dos millones 300 mil visitantes y en 2017, estos espacios superaron por primera vez los tres millones y medio de asistentes. Chichén Itzá, Uxmal, Ek Balam y Dzibilchaltún fueron las más concurridas, acumulando al 85 por ciento de los paseantes totales, señaló.
Este aumento de más de un millón 200 mil turistas en un lustro, que significa un avance del 35 por ciento, representa una mayor derrama económica para el estado y se refleja en el crecimiento en el número de hoteles, restaurantes y ventas en los comercios.
Con la firma de este documento mediante el cual se ejecutarán trabajos de exploración del núcleo central, de consolidación y restauración y acceso a Kulubá para su apertura, el mandatario da cabal cumplimiento a otra de las nueve obras anunciadas con motivo de su quinto Informe de gestión, cuyo proyecto dirigirá el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio.
Al respecto, Prieto Hernández detalló que además se benefician otros cuatro planes, sumando cinco en total, con la firma del Convenio de Aportaciones para el “Programa de aprovechamiento de los sitios arqueológicos para el impulso del desarrollo turístico, social y cultural en el estado de Yucatán para el 2018”, lo que puede garantizar un grado de sustentabilidad.
«Yucatán posee una gran riqueza social, cultural y natural, celebramos el énfasis en estos esquemas con una perspectiva de alcance social y económico, de fortalecimiento de la gobernabilidad, promoción e investigación académica, con miras al aprovechamiento de su potencial turístico», puntualizó.
Uno de los favorecidos es Chichén Itzá, en el municipio de Tinum, en donde se laborará para conservar el juego de pelota, así como en la consolidación y restauración del área denominada Chichén Viejo y el mantenimiento y rehabilitación de ornamentos y pintura mural. En ello se erogará 10 millones de pesos y es prioritario, pues se sumará a las áreas de acceso para controlar la capacidad de carga del turismo y descongestionar la visita pública.
Otro de ellos es la zona de Izamal, una de las urbes prehispánicas más grandes e importantes de las planicies del norte de Yucatán en los periodos tempranos, en donde se contempla, con un recurso de un millón de pesos, realizar faenas de conservación y consolidación, principalmente en el edificio Kinich Kak Moo.
En Dzibilchaltún, municipio de Mérida, se invertirá un millón de pesos para explorar y consolidar la plaza sur, así como conservar el Templo de las Siete Muñecas, también con alto potencial turístico, ya que se encuentra a 14 kilómetros al norte de la capital yucateca en ruta a la costa y posee en su interior un cenote que le otorga valor agregado.
Con cinco millones de pesos, en Uxmal, Santa Elena, se llevarán a cabo tareas de investigación en la subestructura del Palacio del Gobernador, la más alta expresión artística y arquitectónica lograda por los mayas del Puuc a finales del siglo IX; asimismo se restaurará el costado oeste del basamento del mismo.
Al término del evento protocolario, Zapata Bello recorrió los tres complejos que comprende Kulubá, que en su época de esplendor destacó por ser un enclave estratégico para el abastecimiento de agua y cultivar el cacao, aunque también por su comercio de sal, obsidiana y metales, entre otros productos.
Guiado por Barrera Rubio, caminó poco más de un kilómetro para observar el lugar, cuyos primeros grupos A y B cuentan con ocho estructuras cada uno; en el segundo, en una de ellas aún se puede apreciar el pigmento rojo original en su fachada que data de hace unos mil años; también admiró el grupo C, núcleo central de la clase gobernante, ubicado en un espacio de cien por cien metros, donde se concentran 22 estructuras y cuya pirámide más elevada alcanza los 15 metros.
rrc