Editorial

Bienestar para Mujeres en Retiro – Un permiso que nos hemos negado

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Bienestar para Mujeres en Retiro

Un permiso que nos hemos negado

Lourdes Cabrera Ruiz

 

¿En qué se te ocurre pensar cuando escuchas la palabra <retiro>? Quizá la relacionas con una actividad organizada por unos y vivenciada por todos, a la que asistes durante cierto tiempo y con la finalidad de sentirte lejos de tu vida cotidiana, concentrada así en asuntos que por diversas razones has dejado pasar.

Hay algo de esto en el taller que ofrece el Club Cultiva Mente, en Mérida. Los asuntos que consideramos que vale la pena atender, aunque en algunos casos no se pueda diariamente, son la salud física, el bienestar emocional, el potencial del pensamiento creativo, crítico y reflexivo, entre otros que reconectan a una misma con lo mejor de su personalidad, historia de vida, intereses, metas.

El retiro consiste en detener el flujo de la rutina, en poner un pie justo ahí donde hemos pensado y expresado que es importante: nuestro equilibrio. Significa unas cuantas horas en las que mutuamente nos atendemos, escuchamos y divertimos. La ayuda no es producto de una simpatía o del deber ser, sino que está implícita gracias a que no se plantea ni declara como algo relevante para ofrecer a otra. Esto es porque la ayuda va en dirección a una misma. Y su efecto, la armonía en cada una, es el que resulta de apoyo para el grupo.

Vale la pena ejercitar el cuerpo con suaves movimientos, respiración profunda y coordinada. Centrarse en los órganos que son beneficiados. Relajarse. Agradecer. Reconocer que ciertos ritmos musicales generan un estado de ánimo favorable. Alimentarse de lo que han preparado nuestras manos. Activar la memoria, la asociación de ideas, el análisis, la reflexión. Jugar. Nada más porque sí, como un permiso que nos hemos negado. Darle valor al uso del tiempo libre. Volverlo un tiempo de calidad en sana y divertida convivencia.

Tantos temas que podríamos traer a la mesa y a veces no encontramos el momento o a las personas que podrían escucharnos con esa disposición que surge entre iguales. En el taller generamos interacciones que buscan reunir personas que no se conocían con otras que ya eran amigas. Ampliar la red con una clara intención de ir hacia adentro, en la identificación de experiencias compartidas por una misma época. Nuestras invitadas son mujeres de entre 40 y 60 años. El grupo es diverso y cada una aporta desde su horizonte algunas ideas para ser pensadas.

Te invitamos a sumarte. Eres bienvenida.

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