Editorial
Bienestar para Mujeres en Retiro – Hacia una Cultura de Paz
Bienestar para Mujeres en Retiro
Hacia una Cultura de Paz
Lourdes Cabrera Ruiz
He dedicado mi vida al estudio, la enseñanza y la creación de discursos narrativos. En algunas etapas de este proceso me he detenido a reflexionar sobre el significado y la utilidad de estos discursos en situaciones radicales, por ejemplo, en contextos de guerra y de paz, o bien, de aislamiento prolongado, sea voluntario o no.
En ocasiones como estas, a menudo he evidenciado que el uso de la palabra como remedio terapéutico existe desde la Antigüedad y que sus registros han sido preservados, analizados y actualizados en numerosas tradiciones orales y escritas del mundo. Desde diversas disciplinas se ha estudiado el poder de la palabra para la recuperación de vínculos entre naciones, así como los de carácter comunitario, intergeneracional o familiar, por decir algunos de los más significativos.
En nuestra cultura maya, como se sabe, el <tsikbal> es una práctica tradicional de conversación en la que estos vínculos son fortalecidos. De ahí la importancia que tiene el hecho de transmitir estas historias por diferentes medios de comunicación, pero especialmente, y en la medida de lo posible, en forma presencial, ya que la efectividad de la palabra podría aumentar si va aparejada con el pensamiento y los actos de quien la enuncia.
Más allá de una declaración, el cumplimiento de los buenos deseos por la paz del mundo radica en los programas de acción que los respalden. Y justamente quisiera hablar un poco de estas narrativas que transmiten valores y que posibilitan la creación de una cultura de paz mediante acciones apoyadas por alianzas estratégicas.
Un concepto basado en la práctica
La Cultura de Paz fue definida inicialmente en 1989, en el Congreso Internacional de Yamoussoukro, en África. Seis años después, fue adoptada como Programa de la UNESCO, lo cual repercutió directamente en amplios sectores de la sociedad en todos los continentes. Este hecho motivó que Naciones Unidas proclamara el año 2000 como Año Internacional de la Cultura de la Paz, y decidiera la proclamación del Decenio Internacional de la promoción de la Cultura de Paz y No violencia en beneficio de los niños y niñas del mundo (2001-2010).
El «Manifiesto 2000», redactado por un grupo de premios Nobel, contiene resumidos, en un lenguaje sencillo, los seis principios clave que definen y determinan la Cultura de Paz, invitando a todo el mundo a comprometerse con su firma a respetarlos en su actividad diaria.
De modo que la paz no es sólo la ausencia de guerras o conflictos, sino la presencia de alternativas que ayuden a solucionarlos, y más aún, a prevenirlos. Por ello la Cultura de Paz es un conjunto de valores, como el respeto a la vida, la libertad, la democracia, la educación, la tolerancia, la cooperación, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto al medio ambiente. Un conjunto que conforma una manera de actuar –quisiera recalcar: una manera de ser, de vivir, que inicia en el individuo–, para alcanzar la paz entre personas y países.
Para 2005, a mitad del Decenio, se redacta un informe que contiene las experiencias, propuestas y recomendaciones de 700 organizaciones de más de 100 países. También se recopilan las Buenas Prácticas sobre la Cultura de Paz.
En 2010 termina el Decenio Internacional, aunque sigue creciendo la movilización en favor de esta cultura. Miles de centros escolares son denominados “Escuela: Espacio de Paz”. En las Constituciones de algunos países y en los Estatutos de varias Comunidades Autónomas de España, por ejemplo, la Cultura de Paz es una referencia, en tanto que una práctica.
En el siguiente artículo comentaré sobre algunas de las iniciativas que en este sentido han surgido en nuestro país, a través de diferentes instituciones, organizaciones de la sociedad y personas, un conjunto de actores que atienden la urgente y delicada tarea de estrechar vínculos a través de narrativas y prácticas que incluyen políticas públicas, programas educativos y la defensa de los derechos humanos, por mencionar algunos ámbitos.