Cultura
La obra «Copal», de Adrián Gómez, florece en Sisal
Tener una iniciativa para mejorar una comunidad conlleva una gran responsabilidad: siempre existe la opción de no llevarla al cabo o bien embarcarse en la aventura de apoderarse de una situación y dar respuesta a necesidades que todos padecen, pero que nadie parece notar ni mucho menos hacer algo al respecto.
Es así como Héctor Flores, director de la Casa Cultural “La Ex Aduana» de Sisal, decidió abrir este espacio para el desarrollo de la cultura en la región, ofreciendo un espacio para el desarrollo de las artes, pero más allá de eso para el reencuentro de una comunidad, que es heredera de un notable patrimonio.
Como respuesta a todo esto surgió “Floreciendo Sisal”, un festival que se realiza gracias a la colaboración de la Casa Cultural, cuatro restaurantes locales y el Comité de Turismo de Sisal, a los que se sumaron jóvenes estudiantes, turistas y un grupo de artistas provenientes de Cataluña, España; Venezuela y Yucatán.
Éste es un ejemplo de los objetivos que se plantean para fomentar exposiciones artísticas y culturales del proyecto “Muelle Inter-Cultural de Sisal”, el cual busca ser un foro de expresión y desarrollo de jóvenes.
Entre la lista de artistas que dieron vida y ofrecieron su arte a este evento reluce particularmente el trabajo propuesto por el artista plástico venezolano Adrián Gómez.
Más allá de la calidad de su trabajo, este artista pone literalmente en escena un lenguaje poético que sin duda logra describir lo que para esta comunidad significa este tipo de festivales. La obra COPAL contó con la participación de los niños de la comunidad, a quienes el artista guió para crear una pieza inspirada en los números mayas y en la que se utilizaron los colores con los que los mayas trascendieron en su civilización.
Adrián Gómez ofreció además una conferencia llamada #TDA TRASTORNO DE ARTE, donde mostró algunos de sus más recientes logros artísticos, y presentó el cortometraje ODA DE LUZ, que ha ganado varios premios.
La obra COPAL, que fue presentada junto con un performance de luces y cantos de la artista Jani Castro Miranda, le dio un aire contemporáneo al antiguo edificio colonial, que brilló significativamente por una noche.
La obra de Adrián Gómez sintetizó así el significado de este festival, al ser el copal un símbolo del eterno florecer y despertar de la vida, en espacios e iniciativas como éstas, donde una comunidad entera es capaz de florecer y renacer en el reencuentro con su cultura.