Las calesas: ¿Una buena tradición o maltrato animal? – Sinergia de Palabras

Las calesas: ¿Una buena tradición o maltrato animal?

Leonardo Antonio Chi Gómez

Sinergia de Palabras

La cultura es un rasgo que define y diferencia a cada país del mundo, y dentro de cada una de estas, un elemento destacable son las tradiciones. México es un país con gran diversidad cultural, y Yucatán forma parte de dicho mosaico cultural. Uno de los rasgos más notorios en Mérida, es el uso de calesas en las zonas turísticas.

Desde la conquista de México, España trajo muchas de sus costumbres, y esta fue una de las que Mérida adopto. Además, las calesas han sido una de las actividades que atrae más la atención de los extranjeros, ya que, ¿Quién no querría conocer el Centro histórico de la ciudad de Mérida? Un sitio que se encuentra rodeada de grandes monumentos que fueron construidos desde hace más de 300 años, y que mejor que visitar esos lugares montado en un carruaje arrastrado por caballos para sentir una gran experiencia que no se encuentra en cualquier lugar.

Sin embargo, ¿Cómo viven los caballos esta experiencia? Debemos tomar en cuenta que, un solo caballo necesita hacer bastante fuerza para llevar un carruaje de madera, arrastrando el peso de la persona que lo conduce y de las personas que van en la parte de atrás, ya que no hay un límite establecido de personas que puedan subirse, se ha visto calesas que llevan hasta 5 personas adultas; otro problema sería el constante estrés al que se encuentran sometidos todos los días los caballos, ya que para no entrar en pánico tienen que taparles los ojos, todo esto para tener un mayor control sobre ellos y sin contar que independientemente de la alimentación que les den, se encuentren o no realizando esta actividad, todo el día están expuestos al aire libre y contra la inclemencia del sol, causándoles quemaduras a largo plazo que pueden provocarle cáncer de piel a estos animales. Y estos son solo los problemas que una persona puede ver a simple vista al pasar todos los días por estos sitios turísticos por al menos un año.

No existe ninguna ley que regule o se preocupe por el bienestar de estos animales, aun cuando existen solicitudes y propuestas de ley para solucionar dicho problema; sin embargo la tradición se ha extendido por todos los sitios turísticos de mayor auge de Yucatán, como Izamal o Tizimín. Cualquiera es libre de pensar si tal vez este es solo un punto de vista exagerado, o si realmente la sociedad debe darle una mayor importancia para su resolución y prohibición. Ante estas situaciones, al final del día, pensar es gratis, actuar es lo que realmente cuesta.