Editorial
EL PARAGUAS DEL DESAHUCIADO – A PULSO DE TINTA
EL PARAGUAS DEL DESAHUCIADO
GABRIEL AVILES
A PULSO DE TINTA
Casi dos de la mañana, llego a casa, veo un paraguas en el ático de mis costras, lo reconozco, me agrada su color oscuridad, había olvidado ser humano pero en mi bolsillo encuentro un escrito de mis antepasados, cuando fui doncella, mercenario, obispo, actor, muero en el intento por reconocerme ahora, en estos minutos de alquimia, leo un poema escrito aprisa, de aquellos que anhelan ganarle al orgullo y al mismo tiempo adueñarse de lo atemporal. Arrepentido, bebo el cáliz de un vientre lejano, instintos en memoria absurda, releo los sonetos de Verlaine, la herejía acosa.
El paraguas me cubre del agua vertida en mis córneas por un ingenuo relámpago. Fallezco en un sepulcro de enmudecidos epitafios.
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El paraguas se abre, en sus agujas un niño solloza ante la fragilidad de mis pies, metáforas transitan de las flores al mal. Reprimo miedos, me apego a la inútil ciénaga del ayer, de amantes permisibles, de las meretrices añorando ser damas. Boudelaire rige la llovizna del sentenciado, un girasol nace de mi hambruna mientras una mujer albina besa tribulaciones. Tengo sed, el whisky se esfumó con las ansias de una rueca inmóvil donde el vaho de ausencias, impiden añorarte a tragaluz del aire.
La sombrilla cierra mi simplicidad tal cual viento por doquier y la añoranza enloda mis retinas con su desencanto.