Editorial

RADIOGRAFÍAS – EKO: el grabador que trastoca los villanos instintos

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RADIOGRAFÍAS

EKO: el grabador que trastoca los villanos instintos

NORMA SALAZAR

 

Héctor Stanisłao de la Garza Batorski (EKO) nace en Nuevo León, Monterrey, México un 16 de septiembre del año 1958. Nuestro destacado artista plástico, versátil dibujante, ilustrador, grabador nos perturba la mirada con su obra que se puede apreciar en los diarios principales de México, Estados Unidos, Francia, Alemania con su gallardo estilo sólido y acento erótico un máximo contraste en cada dibujo que realiza, afirma nuestro destacado artista plástico: “Los placeres que se recrean viven más tiempo, porque el placer es efímero, el arte perpetúa al placer”

Lo podemos comprobar en títulos como: Denisse, Aforismos y Máximas, Pancho Villa toma Zacatecas, El nacimiento de las Capitulares, Quixote: The Novel and the World, Los Mártires de Tacubaya son algunos títulos sin contar sus magníficas exposiciones a nivel nacional e internacional.

EKO es un grabador-ilustrador-dibujante tenaz ha colaborado con diversos escritores que aprecian su trabajo sin importar su timbre sórdido, un discípulo de Vlady; sus influencias más cercanas Durero, Franz Von Byros lo han llevado a seducir a los diarios internacionales como The New York Times, El País, Nouvel Observateur; en nuestros periódicos nacionales se encuentran El UNOMÁSUNO, El Nacional, La Crónica de México, Milenio, El Universal; revista Nexos.

Denisse su personaje exclusivo nace en los años de 1985 y 1993 una musa que come, mutila y elimina con una personalidad seductora a flor de piel muy complaciente o viceversa, deja que sus acompañantes jueguen con ella que apresa y podemos observar en cada viñeta que proyecta su creador EKO.  

Es un referente en la gráfica mexicana de temática erótico el dibujante no escatima en su serie y trastoca los inconscientes más abierto a sus pulsaciones sin límites. Vuelve a comentar EKO “Cuando con más vehemencia censuran mis dibujos, con más furia los castigan me doy cuenta de que esas personas de verdad se sintieron excitados o provocados por ellos, el censor más virulento siempre es el más depravado”

En  la sociedad contemporánea el ser humano ha perdido su dimensión pura, se ha ido apartando de la intimidad que lo precisa como ser humano para albergarse en un universo vacío.

El mundo material, el mundo laboral que ha cercado la fiesta, deseo y el goce. Para George Bataille es una exploración del goce desvergonzado para vulnerar todo límite, es decir, Bataille intenta echar abajo los cimientos de la sociedad, cuya potestad emana la represión del deseo. Una relación violenta con el ser del  “otro” el sujeto erótico consiente de su propio cuerpo en donde se quita la máscara el auténtico vacío del ser; el “no ser” del sujeto erótico que es la muerte.

Está muy claro que en la obra plástica de EKO es la recuperación de las obsesiones del Omnipotente Marqués de Sade y sus preocupaciones de Bataille es convertirlas en escenas de su musa Denisse.

Ella, no tiene el más mínimo respeto  por ningún mandato salvo el de las pulsaciones sin cercas, ésta niña que representa sus más hondas inquietudes sin remordimiento.

EKO impugna: “Vamos a romper la solemnidad de la gráfica, la que, además, la estaban ahogando”

Esto tiene que ver con la censura y al autocensura que campea a nuestra sociedad contemporánea.

Por otro lado, no es fácil de comprender a primera vista su obra que para algunos observen tanta crueldad, fantasías, no debemos olvidar que el erotismo no sólo irradia el deseo carnal entre dos seres humanos conquistar va más allá es dolor, obsesión entre los seres humanos. Los griegos esgrimían la palabra eros para describir  la pasión consignada al amor y al deseo de tipo sensual, no debemos olvidar el libro del Kama Sutra un enaltecimiento a la sexualidad tocante al hinduismo. En este aspecto, déjeme enfatizar ávido lector,  no cercenemos el habituado pensar al exponer al conversar el tema del erotismo sino hagamos referencia a lo que la excitación del amor físico la expongamos en un contorno de las humanidades artísticas  expresándolos  en la literatura, el séptimo arte, teatro, escultura, danza, fotografía y por supuesto la pintura.

EKO no se intimida, al contrario muestra con su arte que el amor y la carnalidad puede ser mezquina como otros sentimientos tan  humanos, él, nos lleva a lo más hondo las nuestras pulsaciones no hay medios tonos, observamos en su plástica de formato blanco y negro aquellos lémures contendiendo con nuestro inconsciente. El ilustrador recrea la huella más deshonesta o execrable de la protagonista que multi-personifica a Medusa, Salomé y los dibuja acorde  a su hábitat natural sin adjudicar fustigas en tiempos modernos, una cima de sus obsesiones, sí, el ser humano, es pulsional, antiguo y brutal, EKO lo sabe, afinadamente con toda autonomía lo muestra  su beldad y fealdad.

Su hado erigida por el femenino de Dionisio (dios griego, llamado Baco por los romanos y conexo al vino y los placeres) Denisse, además en gramática se refiere a una aliteración de la doble ese y, lo reitera EKO que hace voz de una serpiente, la serpiente alude sabiduría y la protagonista Denisse es sabia. Héctor de la Garza sabe y acepta que Denisse lo ha rebasado que  él mismo  permite que habite muy adentro y sale a respirar cuando lo amerita, pero siempre está presente en él y con sus espectadores, lectores. Otro punto, pero este  a través de la literatura que toca  el erotismo fue el poeta Arthur Rimbaud son un claro ejemplo de sensualidad con una carga de poder erótica que se potencializaba en sus líneas líricas y era para muchos de aquella época una rebeldía decadente

 

                        “Una noche, senté a la belleza en mis rodillas.

                                    Y la encontré amarga.

                                    Y la injurié.

                                    Una temporada en el infierno”

 

Termino ávidos lectores, el ser humano asiduamente se da miedo a sí mismo y, está en sus pensamientos muy profundos que oculta en lo  referente al erotismo, le aterra como lo explicó cabalmente el antropólogo y pensador francés George Bataille

                        “He querido hablar,

                                    y como si las palabras llevasen

                                    el peso de mil sueños,

                                    suavemente, como fingiendo no ver,

                                    mis ojos se han cerrado”

 

 

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