Editorial
CALAVERAS LITERARIAS – Letras para tu panóptico mirar
CALAVERAS LITERARIAS
Mar Gómez
Letras para tu panóptico mirar
Una forma irónica y satírica de expresar nuestros sentimientos e ideas a familiares y amigos en vísperas del día de muertos, es sin duda mediante la antigua tradición poética muy mexicana de escribirles una “calavera literaria”. Costumbre de nuestro acervo cultural que surge a finales del siglo XIX, como una expresión critica del pueblo contra la elite porfirista. Versos irreverentes, eminentemente populares, escritos a modo de epitafios retratando a las personas como si ya estuvieran muertas, literatura que usamos para canalizar nuestras emociones, que en otro contexto difícilmente podríamos hacer
Las formas poéticas más usadas son: pareados (estrofa formada por dos versos de igual o diferente medida, que riman entre sí), tercerilla, cuarteta, quintilla, sextilla, octavilla y décima.
A modo de ejemplo les comparto la dedicada a mi abundante y multiétnica familia.
Recordando cuando compartíamos rimas en las reuniones familiares en estas fechas de bellas tradiciones. Familión que amo «rete harto».
FAMILIÓN GOMEZ
El jarabe tapatío con mariachis sonó.
Era la huesuda bailoteando, que a la casa de los Gómez entró.
Bienvenida señora muerte dijeron sonoramente Don Celso y doña Angelina, jefes de esta coloquial y singular tribu tapatía.
La espantada dama blanca entró a esa casa, mirando aterrada como el nacionalismo familiar, multiétnico se volvió.
Huicholes y Tamaulipecos bailaban un son.
Españoles y Sinaloenses se empinaban la jarra de jalón.
¡Hay Dios Mío! – que revoltijo de gente se formó.
Guanajuatenses y Michoacanos carcajeaban sin pudor.
Chilangos e ingleses chismorreaban moviéndole al fogón.
La muerte, el cuello giró hacia otro lado del salón.
¡oh sorpresa que se llevó!
Mexiquenses y Queretanos mascando chicharrón.
Zacatecas y Saltillo presentes correteando con el abundante infantil pelotón.
Hasta yucas y cubanos con poesía, salsa y ron.
Cayó abrumada en el piso y Bobby el perro la lamió.
Se levando corriendo espantada, huyendo y diciendo:
Quédense con su convivió, no me llevó a ninguno, me regreso sola al panteón.