Editorial
TANATOLOGIANDO – COMO VEMOS EL MUNDO
TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
COMO VEMOS EL MUNDO
Conocemos el mundo a través de nuestros sentidos, pero realmente ¿vemos lo que pensamos ver?, o ¿sentimos lo que decimos sentir?, uno de los objetivos de estar aquí en el mundo es conocernos a nosotros mismos, pero… y ¿nos conocemos?, o creemos conocer más al prójimo. En los últimos años esto se ha venido desencadenando ya que en épocas anteriores la gente tenía como prioridad seguir tradiciones sin importar que él pensara o sintiera lo que estaba haciendo, porque la sociedad marcaba paradigmas que tenían que cumplirse, y por ejemplo al ser padre se obligaba a los hijos a actuar de determinada manera y cuando el hijo preguntaba porque tenía que hacerlo el padre respondía solo “porque soy tu padre y yo lo digo” pero en realidad ni él sabía, solo seguía los patrones establecidos.
A todo lo que vemos le hemos puesto nombre y le damos un significado, el mundo nos lleva a realizar cosas de alguna forma y otras de otra forma y nuestros órganos responden a la forma como percibimos el mundo, igual nuestros actos tienen un significado para los demás y lo mismo sucede con los actos de los demás para nosotros y este acto de dar significado se denomina construir y vamos construyendo. Comúnmente el mundo nos habla con advertencias o con invitaciones y así vivimos.
La psicología humanista se basa en la percepción, donde dice que toda conducta humana, puede entenderse mejor si se relaciona con las percepciones que tiene el sujeto de sí mismo y del mundo exterior. El lenguaje tiene mucho que ver la percepción ya que depende de las palabras que se dicen, si pueden ser tomadas como normales o como ofensivas, al mismo tiempo que el lenguaje no verbal (los gestos las posturas) o si lo que miró una persona cuando era niño le ha ocasionado miedos y temores hacia algún objeto o situación vivída que le ocasionó algún trastorno, y que ya como adulto, al ver alguna situación parecida pueda remontarse a ese momento de niño y traer la misma emoción que le brindo alegría o desagrado, otro ejemplo es cuando llegan los novios o novias de los hijos y los padres pueden percibir que estas personas pueden alejar a sus hijos de ellos. Lo mismo pasa cuando percibimos el cambio de una niña a una mujercita o igual en un niño cuando logramos verlo a nivel profesional, nuestra percepción cambia o si está soltero y se casa y la verdad es que cada cosa o persona es algo más de lo que consideramos en el momento y todo cambia en el transcurso del tiempo.
Usamos metáforas, como una forma de entender algo nuevo, ya que puede ser motivo de temor, y con esto se suaviza sin tener que expresarlos en términos más prosaicos, por ejemplo decir que el vecino es una sanguijuela de sus hijos porque no trabaja, nos alivia para no tener que hablar con palabras hirientes, o “los precios están por las nubes” o “estoy como agua para chocolate” y se generalizan tanto que en el país donde se dicen, casi todos parecen saber de qué se trata
Otra forma de experimentar el mundo es el recuerdo por medio de nuestra capacidad para recordar y algunas veces solo será vago recuerdo, o simplemente lo acomodamos a como creemos que fue y algunas veces nos servirá para librar problemas actuales gracias a la experiencia que tuvimos y nos permite actuar con más precisión ante los acontecimientos, sin embargo si son buenos recuerdos ayudan a soportar el presente, si no fueran tan buenos, hasta que las condiciones cambien, y si el recuerdo fue gris y aburrido, pues ya no habrá nada que hacer y se tendrá que centrar en su presente que es mejor, o lo llevará a cuestas como un lastre, evitando que la persona tome la energía que necesita para vivir.
Intervienen también en la percepción del mundo, los pensamientos sobre lo que nos corresponde comprender del mundo, esto se logra con disciplina, pero aquí intervienen las pasiones que nos hacen pensar en anhelo y temor y nos llevarán a pensar sin discernir por que el pensamiento se ajustará a nuestras necesidades, como el estar enamorado, que no nos dejará ver con claridad la realidad y alterará la percepción. Para un pensamiento disciplinado se necesitara hacer un diálogo interno y por lo regular algo que no podemos controlar con facilidad es el parloteo en la cabeza que a veces nos limita a pensar con claridad para la resolución de problemas y lo más conveniente es aplicar técnicas de meditación para lograr acallar la mente.
La imaginación es la facultad más maravillosa con la que contamos ya que todo lo que creemos lo creamos, solo hay que experimentar la sensación de lo que estamos imaginando y cosas mágicas suceden, ahí es donde podemos imaginar cómo queremos ver el mundo, con las diversas posibilidades de hacerlo, primero en la mente y con lo que deseamos que suceda, siempre y cuando este alineado con el bienestar de la humanidad, la imaginación es nuestra manera más económica de viajar. Pero viendo la otra cara de la moneda, también la imaginación nos puede llevar a vivir encadenados a eventos o cosas que no queremos que sucedan por tan solo imaginarlos, al imaginar, llevamos sustancias a todo el cuerpo y todo se moviliza ya sea para atraer lo que imaginamos o para paralizarnos ante un temor.
Los sueños, según Freud nos harán desahogarnos de aquello que no podemos hacer realidad como las fantasias sexuales por ejemplo o algún anhelo, o hasta una venganza, porque es el contacto más cercano que tenemos al inconsciente y que sirve para nuestro desarrollo personal ya que encontraremos aspectos de nosotros mismos que no conocemos aun, es en los sueños donde las metáforas, analogías y símbolos adquieren una verdadera importancia, ya que serán medibles acerca de la realidad que se está viviendo, si se logra interpretarlos, y para lo que todos los seres humanos deberíamos estar capacitados. Haciendo un estudio serio de los sueños pueden llegar a resolverse dificultades insuperables, y esto se lo debemos a Freud y Carl Gustav Jung
La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.
Paulo Coelho
La realidad no es solo como se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido
Isabel Allende