Editorial

La Contabilidad Energética (parte 3) – La Lectura como Medio de Sanación

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La Contabilidad Energética (parte 3)

Eduardo Aguirre

La Lectura como Medio de Sanación

 

Con el permiso de sus rostros, de sus espíritus y del Universo les saluda su amigo Lalo Aguirre. Deseando que estén bien, con gusto y alegría les damos la bienvenida a nuestra tercera publicación de este espacio, “la lectura como medio de sanación”.

Retomando nuestro tema en curso “la contabilidad energética”. Recapitulemos lo que he escrito hasta ahora de manera general para quienes apenas conectan con este portal. Les quiero compartir que se ha descrito el concepto y objetivos de este singular espacio, en donde, la creencia es que ¡Aquí encontraremos cualquier tema que sane o ayude a sanar por medio de la lectura!

También, he enfatizado de que hemos descuidado quienes o que somos (seres humanos) y que la información, las opciones y las tendencias ofrecen una alternativa al ser humano que casi nunca reúsa, “evolucionar”. La pregunta aquí es “¿Hacia dónde o hacia qué?

Es entonces que el ser humano decide elegir y se apertura gracias a un libre albedrío que por cierto nunca es propiamente enseñado y uno adopta lo que más cree que le agrada. Ante tanta información y un déficit en la calidad de las “guías” o cuando menos en la calidad de guía que ofrecen y como la ofrecen (madres, padres, familiares, amigas, amigos, profesoras, profesores, fuentes de información, etc.), se ha llegado a adoptar información e ideas que han deformado la figura estándar de cómo es “ser humano”. Aclarando en este sentido que un modelo único de ser humano no significa que sustituya o elimine los rasgos que le dan a cada individuo su identidad y personalidad. Eso sería otro tema. Así que estamos retomando y homologando conceptualmente lo que somos solo en las áreas en donde somos iguales.

También señalé acerca de los actores invisibles que interactúan en nuestras vidas en todo momento y de los que vamos a recordar sus cualidades y funciones ya que concluimos que de ellos depende en gran medida el éxito y la felicidad de cualquier ser humano. Asimismo, señale que la mente, la información, los pensamientos, las ideas, las emociones comparten una característica en común, son invisibles.

No obstante, la condición de estos actores tiene una alta injerencia en nuestras vidas. También podemos tener acceso al manejo consciente de estos y usarlos como herramientas a nuestro favor, a través de la mente. ¿Pero qué es la mente y como se usa o se maneja?

De entrada, concluimos que la mente es un instrumento invisible que maneja la energía, la cual es lecturada como información que podemos administrar. Esto se logra a través de mecanismos que también son invisibles como: la atención, la intención, el enfoque, la voluntad, la constancia y la disciplina.

Bien como hemos visto hasta aquí, tenemos un número importante de actores con una misma característica “son invisibles”, todos ellos junto con otros que no se han mencionado aún, conforman lo que se le conoce como “cuerpo energético” del ser humano. ¡Sí!, Así es, el ser humano tiene un cuerpo físico con sistemas, aparatos, órganos, glándulas, etcétera. Pero también tiene un cuerpo energético que a su vez está compuesto por muchas partes que veremos a detalle en algún momento más adelante. Tal vez ahora que lo sabemos o que lo hemos recordado, pondremos especial atención en cuidar que no se desajuste dicho cuerpo energético ya que esto podría significar el inicio de cualquier enfermedad.

Para evitar esto, no hay nada como la prevención efectiva. La práctica apropiada de ciertas técnicas, disciplinas y ejercicios provee la capacidad de poder manejar conscientemente los mecanismos invisibles y lograr bien estar con ello. Esto sugiere un cambio en los hábitos y rutinas que se tengan, para poder lograr un acceso y manejo efectivo de dichas herramientas, de otro modo los resultados no serán los deseados.

Un ejercicio que podemos hacer una vez que ya recordamos que estamos manejando “energía” y que hay varios tipos de ella, consiste en contar la que entra y sale de nuestro cuerpo, con la finalidad de determinar el porcentaje de cada tipo. Recordamos que hay energía nociva que destruye, pero también hay energía sana que construye. Entonces, este conteo permite tener referencia entre la cantidad que nos está beneficiando, pero también de la cantidad que nos perjudica. Una vez consciente de este dato la idea es controlar voluntariamente dicha cantidad por medio de las acciones que generan el flujo de cada energía para ir limitando el acceso a la negativa e incentivar el acceso de la positiva.

¿Cómo ver la energía para poderla distinguir?

Buena pregunta, esto lo vamos a descubrir observando la información, los detalles existentes sobre el suceso, pero, sobre todo, los sentimientos y las emociones, pues son nuestro indicador principal para determinar la naturaleza de la energía. Hagamos uso y practica constante de este ejercicio a partir de ahora. Pongamos mucha atención a como nos comportamos, como decidimos, como reaccionamos, tratemos de observar y descifrar que nos quieren decir nuestros sentimientos y emociones. En nuestra próxima interacción veremos qué son y el funcionamiento de estos para así terminar por el momento nuestro tema respecto al ejercicio de “la contabilidad energética”.

Hasta la próxima, se despide su amigo Lalo Aguirre el Dragón Planetario Rojo 101 – Inlakech

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