Editorial

La Contabilidad Energética (Parte 5) – La Lectura como Medio de Sanación

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La Contabilidad Energética (Parte 5)

Eduardo Aguirre

La Lectura como Medio de Sanación

 

Con el permiso de sus rostros, de sus espíritus y del Universo les saludamos desde Cancún, su amigo Lalo Aguirre. Deseando que estén bien y emocionadas/os por compartir el conocimiento del día de hoy. Con gusto y alegría les damos la bienvenida a nuestra quinta publicación de este espacio, “La Lectura como Medio de Sanación”.

¡En donde encontraremos cualquier tema que sane o ayude a sanar por medio de la lectura!

Continuando con el tema de “la contabilidad energética”, en nuestra interacción anterior compartimos los enlaces de las primeras partes de este tema, esto para quienes recién nos leen y así pueden tener el contenido completo. Esta ocasión les comparto el enlace de la publicación pasada en donde podrán encontrar el resto de ellos y asimismo el contenido para poder estar en mismo canal.

https://opiniondeyucatan.com/2020/06/05/la-contabilidad-energetica-parte-4-la-lectura-como-medio-de-sanacion/?fbclid=IwAR3IMUY_457ZCy-XDcSPHZkY4fqVGvieTAANd-8F-LFJB3_Nfm3HQbnYCO8

Recordando y retomando, quedamos que es bueno conocer conscientemente el “origen” y ”esencia” del ser humano, en estos días es vital saber cómo funcionamos. Nos encontramos en época de cambios a todos los niveles y en todas las áreas de la vida. ¿Por qué no aprovechar e incluir mejores hábitos de comportamiento en nuestras creencias, por qué no integrar nuevas actividades a las rutinas? Podríamos aprovechar el viaje e incluir herramientas de vida que nos ayuden a mejorar los resultados de manera efectiva y satisfactoria. Para lograrlo, primero se requiere hacer algo de espació en la mente. Para ello hemos señalado un método que nombramos “Contabilidad Energética”.

La cual, justamente funcionaría como la contabilidad numérico/financiera que conocemos. El fin es prácticamente mantener control, flujo y manejo de la energía que entra y sale de nuestros cuerpos. Con la finalidad de que se evite el ingreso de energía nociva que dañe algún órgano e incentivar o facilitar el ingreso de energía sana que lo fortalezca. Esto se logra observando conscientemente toda la información disponible en una situación, incluyendo información visible e invisible, esto incluye los sentimientos, las emociones y los pensamientos.

La semana pasada mencioné en una descripción que una emoción es energía en movimiento y corre por todo el sistema nervioso (físico y energético), por otra parte, un sentimiento es el resultado del impacto de la energía en movimiento en los sensores del cuerpo físico lo cual también tiene efecto en el cuerpo energético.

Requerimos poner especial atención en nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y la información exterior disponible que nos presente cada situación, se sugiere un criterio lo más neutral posible para elegir o considerar que es información nociva y cual sería información benéfica, tomemos en cuenta que esta el “ego” en el camino y siempre nos va indicar hacer caso a nuestras ideas y propósitos. Pero, ¿qué pasa si estamos errados en nuestras ideas o deseos, o en el procedimiento usado?

Como criterio neutral, se podría sugerir una regla que me gusta seguir y dice; Si no hace daño a otro ser, si no hace daño al entorno natural cósmico y si no hace daño a uno mismo entonces podemos aceptar dicha información o hacer con ella lo que se tenga en mente. De otro modo debemos de cambiar de idea, rechazar ese camino y buscar nuevas rutas, otras opciones, y así es como uno puede elegir de mejor manera. De esta forma se puede ir creando un destino y un entorno más agradables.

En nuestra anterior interacción ofrecimos objetivizar algunos ejemplos de casos concretos de cómo se lleva a cabo este ejercicio.

Imaginemos que, al iniciar cualquier día, al despertar contáramos con una cantidad específica de energía vital, la cual nos servirá para resolver el día, podemos decir que proviene del descanso al dormir por la noche. El conteo de la energía debe realizarse desde el momento mismo en que uno abre los ojos, toma consciencia y despierta.

La toma de decisiones para elegir los tipos de energía que se aceptarán o se rechazarán inicia en ese momento, desde observar el ritmo al que respiramos al despertar, que pie elegimos usar primero para descender de la cama, el momento en el que lo hacemos, lo que elegimos hacer una vez fuera de la cama, como ir al baño, ducharse, lavarse la boca, hacer ejercicio, etcétera. Cada actividad deberá ser acompañada de la pregunta ¿en verdad es esto algo que requiero hacer? Eso lo discernimos usando el “criterio neutral” del que hicimos mención anteriormente, si no daña a uno mismo, al entorno u otros seres, podemos entonces proceder. En Este caso tomemos el ejemplo de lavarse la boca al salir de la cama, si aplicamos el criterio, tomemos la mayor cantidad de información que encontremos en la situación y contrastemos cada detalle con la regla del criterio neutral.

Hagamos a un lado el ego, observemos bien y tomemos la decisión, si ponemos atención “lavarse la boca” es benéfico para uno mismo, para el entorno y para otros seres, por lo que solo hay que asegurarse de que no haga daño.

Luego entonces debemos complementar la formula preguntándonos ¿lo que se va a hacer, está hecho apropiadamente o puedo mejorar el procedimiento? Usando el mismo criterio neutral, en el caso del lavado de boca deberíamos entonces revisar si nuestro procedimiento es apropiado, asegurarnos de usar solo la cantidad de agua apropiada, investigar cuánta agua lo es y cuanta no lo es. Así evitaremos dañar el entorno, a otros seres y a nosotros mismos.

Técnicamente durante el día debemos hacer una constante operación numérica para sumar o restar, según corresponda. Digamos que, si se inicia el día con “10” puntos de energía vital, cada error restaría un punto, medio punto o varios puntos energéticos según sea la gravedad o afectación de la decisión que se tomó. Por el contrario, si se acierta o se hace algo positivo se ganan fracciones de punto, un punto o varios según sea el caso. Es importante observar que al final del día se pueden llegar rebasar los “10” puntos de energía vital con los que se inicia en la mañana, de igual modo si se llegaran a terminar los “10” puntos del día, se iniciaría una cuenta en negativo lo cual tendría efectos adversos en el estado de ánimo y la salud.

Es importante mencionar que cada nuevo día se iniciará con la cantidad de energía vital con la que se terminó al final del día anterior y en algunas ocasiones podría variar según se recupere el cuerpo durante el sueño.

La próxima semana analizaremos algunos de los efectos y procesos que suceden durante el día a día, respecto a la contabilidad energética, analizaremos la interacción del estrés y la ansiedad en este proceso, lo que causan en nuestras vidas y en la salud. Buscaremos que podemos hacer para manejar estos síntomas que junto con la “depresión emocional” amenazan con ser una posible pandemia de esta nueva era.

Les agradezco su tiempo y espacio, les mando un gran saludo cósmico, su amigo Lalo Aguirre el Dragón Planetario Rojo 101…Inlakech

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