Vaticinio – Pedazos de Mí

Vaticinio

Alegría Agosto

Pedazos de Mí

Fuimos río de murmullo, resistencia efímera, cobardía plena. Se cumplió la profecía que ella vaticino: Vernos lejos recorriendo la carne de otros cuerpos peregrinos dejando huella en rostros invisibles.

Un piélago de tristeza devora los recuerdos, delirio en ahogo estrepitoso, los besos que ansié catar de tu boca se tornaron narcótico mordaz entre mis labios. Hoy existen cesiones falaces de epidermis extrañas, caricias profanas entre redes, mis fluidos se hallan en cuaresma si son fieles a tus reliquias.

El aire impasible se oculta en madejas de sinsabores tejidos desde el intento hasta el patético remate, como refractando tu efigie al atravesar entre sentidos taciturnos y apagados.

Me adormezco en sábanas de insurrección que delinean imágenes en desorden, que articulan heridas en círculos de lujuria, reflejo de fogosa intimidad doliente.

Corales fulgurantes importunan en vaivén, como trazos amorosos por dondequiera, sin embargo por mi piel solo se hallan percusiones de sigilo como prismas de extensiones insensibles y apáticas.

Tu frialdad es el testimonio que penetró en demasía la cubierta del espíritu transportándolo al umbral del gélido sepulcro.

Llevaré la cruz a cuestas percibiendo en cada escarpia de dolor, las heridas de inquebrantable desengaño, hasta que llegue la estrella que conduzca a un final de complacencia anclada a la orilla de tu pecho.