Indudablemente una de las figuras más controversiales para el quehacer del gobierno del estado en funciones es la de la secretaria de turismo, Michelle Fridman Hirsch.
La titular de turismo estatal ha demostrado un desconocimiento supino de la información más elemental relacionada con nuestra entidad y ha exhibido una falta de tacto absoluta para tratar con diferentes actores sociales, tales como integrantes de asociaciones turísticas locales y medios de comunicación.
Al parecer a la funcionaria estatal lo único que le interesa es la prensa nacional y se le quedó grabada aquella célebre frase de María Ignacia “la güera” Rodríguez (una de las más notables hetairas de la historia nacional) que sentencia que después de México, todo es Cuautitlán.
Ante semejante situación, Michelle Fridman Hirsch se constituye en un hándicap para la presente administración estatal en turno y debido a lo que sabe y las labores que desempeña, no es posible prescindir de ella.
Pero el gobernador tampoco debe, ni puede permitir que la controversial funcionaria le complique el escenario político, que dadas las condiciones prevalecientes, es complicado de suyo y donde no debe, ni puede permitir que nadie le obnubile el panorama.
Es entonces que surge la pregunta: ¿Qué hacer con Michelle Fridman?, ¿cuál sería la manera airosa para que el gobierno estatal pueda desembarazarse de ella, sin que se lea como una purga?
La solución al parecer es muy simple y salomónica: el gobernador debería nombrarla representante de su gobierno en la Ciudad de México.
Ello le permitiría a la funcionaria desempeñarse de manera tersa, en un ámbito que conoce a cabalidad, disponiendo de presupuesto propio para desempeñar las tareas que le encarguen, sin perder contacto con nuestro estado y el mundillo político, sin afectar la imagen pública del ejecutivo estatal en estos tiempos trascendentales.
Ponemos a disposición la propuesta del caso, que esperamos mínimo sea considerada y analizada, habida cuenta que no cuesta nada, a diferencia de las que derivan de las mentes y grupos de trabajo de la propia Michelle Fridman o Roger Torres Peniche.