EL PROFETA
Gloria Chávez Vásquez
Cuando un día soleado
En que el espacio azul del cielo
Que nos da la realidad del tiempo;
Cuando al pensar, tus ojos descansen
Dejándose llevar por la visión de las nubes
Que se desplazan por el infinito;
Cuando los recuerdos acudan en tu ayuda
Para no dejarte zozobrar
Buscando que queden en tu alma;
Ese día
Détente en la medida insignificante
Que ha impuesto el hombre al tiempo
Y y viaja por las épocas
Y no por los años
De tu pequeña historia
Como si fuese distancia
Que tu pensamiento acorta,
Luego fija tus pasos en el suelo
Por donde un día
Con su sandalia rústica
Gastada por su paso
Camino el profeta
El de la barba oscura y de los ojos claros
Détente allá en la cima en esa misma montaña
Desde donde el mismo, solía contemplar el horizonte
Porque aún la mano del hombre no osaba
Construir sobre la tierra
Por no competir con la naturaleza.
Detén tu tiempo, el paso y tu mirada
Y piensa entonces como pensó el profeta
Que aún te queda por conquistar
el universo.