Editorial

RADIOGRAFÍAS – Un juego entre palabras y beisbol

RADIOGRAFÍAS

Un juego entre palabras y beisbol

NORMA SALAZAR

 

El juego de pelota va más allá de los números y alcanza a la creación literaria. Su proceso, sus jugadas, sus equilibrios y sobreexcites provocan catarsis, por eso es nombrado el rey de los deportes muy halagüeño asimismo para un juego de palabras. El poder narrativo del Beisbol lo hace el deporte ideal para las narraciones de radio, los verdaderos fanáticos entienden que en ciertos momentos es favorable prender el radio que el televisor o la usanza de asistir al estadio es muy superior cuando tienes al alcance un pequeño radio, pues el juego tiene una capacidad de generar metáforas en sus transmisiones, aquí un ejemplo.

”El serpentinero, desde la lomita, lanza rumbo a home, donde el bombardero conecta

un lo que parecía un palo de vuelta entera. El patrullero de la derecha recorre

toda la pradera buscando robarse el Hit. Sin embargo, la Doña Blanca salió del parque

acarreando dos carreras con ella”

El lenguaje juguetón, la metáfora sagaz un deleite perfecto para desbordar la imaginación del audio-espectador, cuantimás un lector que le gusta leer una escritura diferente del clásico de otoño, sí, me refiero a la Serie Mundial un juego de matemático, exquisita catarsis de pasión y fanatismo donde no existe límite para la lógica, sólo una agonía de jugadas súbitas y constante parle, como lo expresó el comentarista Pedro Mago Septién, más que una narración deportiva, declamaba en cada entrada el juego de poesía.

“El beisbol es un drama sin palabras, un ballet sin música y un carnaval sin colombinas”

“¿Qué sería del beisbol sin los ampáyeres? Una forma de correr las bases”

El Rey de los Deportes como se le conoce en el medio deportivo, cautiva por sus grandes hazañas que se vive entorno al diamante los propios jugadores se convierten en héroes o villanos, se escriben relatos detallados con jugadas que son motivo de inspiración para los escritores que les gusta este deporte, muchos de estos autores rememoran entre su narrativa o poesía su alter ego por el juego y amor al Rey de los Deportes, como lo narra el poeta Francisco Hernández en El beisbol también es un juego de palabras

Play-ball, canta el ampáyer. Su voz marca el inicio de las hostilidades. Se animan las tribunas,

brilla el diamante y una bola de humo se desprende, a más de 90 millas,

de la loma de las serpentinas.

Ya con los músculos del brazo calientitos, el lanzador convierte en tirabuzón a la pelota

de más de cien costuras y el toletero abanica la brisa, ante la mirada burlona del receptor.

Ha caído el tercer out. Unos salen del campo y otros entran. En ambas cuevas resplandecen

las señas y se mojan las franelas”

El beisbol y la literatura armonizan muy bien como lo manifestó el periodista Vicente Leñero fanático muy atento seguidor del equipo de los Diablos Rojos del México demuestra su pasión en El fílder del destino, leemos un breve fragmento descriptivo cargado de emotividad

“han transcurrido por lo menos dos minutos desde que se vio

aparecer al FÍLDER rumbo a su posición. Se siente el tiempo,

la espera, la soledad”

 

El texto de Leñero nos dice aquella reflexión, como un ferviente conocedor de todo lo que acontece en el campo de éste deporte emblemático, la descripción que rasguea Leñero de ese jugador es pulcra, ya que parece que el lector lo está observando. Este es la labor social que ejerce la literatura con un compromiso con la sociedad en todos los ámbitos donde se desplaza el ser humano, no solamente en los ámbitos profesionales, culturales, religiosos, económicos, educativos sino también recreativos. Reiteremos este entrelace deportivo-literario como lo fue otro destacado ensayista, crítico literario de nuestras letras mexicanas el más importante del siglo XX, me refiero a Emmanuel Carballo; admirador de los deportes como el futbol, su equipo las Chivas del Guadalajara en el beisbol los Charros de Jalisco, constantemente se le veía asistir al Parque del Seguro Social en aquellos años 70´s cuando su equipo jalisciense visitaba aquel recinto. Afirmaba don Emmanuel con naturalidad.

“Lo que a mí me importa de la vida es la literatura y la vida misma, por eso quizá últimamente

me dedico más a hablar de las artes plásticas, la música y los deportes.

También de la calle para exponer cómo la gente se viste, camina y cruza las avenidas,

algo que para mí es muy interesante”.

 

Termino ávidos lectores, son solamente algunos de los escritores que, a través de su estilográfica, han embelesado a todos los afectuosos del beisbol con una grafía desemejante pero asombrosa de valorar el deporte; su innegable talento, misceláneo con el frenesí que intervienen al juego hacen una mancuerna agraciada,. Como lo recitaba El Mago Septién

                  “No existen los quizás en el beisbol”

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