Arianna Bañuelos publica su libro
“Lazarus”
Mariel Turrent
Crecer duele, pero no crecer con suficiente valor, duele más.
A. Bañuelos
Hace más de un año, conocí a Arianna Bañuelos. Llegó a Malix Editores con su novela y persiguiendo el sueño de verla publicada. Hoy ese sueño se hace realidad.
Arianna comparte con el mundo su primer libro publicado Lazarus.
Este libro muestra, a través de una metáfora sobre una experiencia que la autora vivió, la realidad de nuestro mundo. Bañuelos construye con una prosa impecable, un universo lleno de códigos que solo se abren para los que quieren entender, transmitiendo al lector el camino de la autotranformación, una travesía que anima a los que quieren despertar, a los que están dispuestos a abrir los ojos y a ver.
Lázarus es una novela de encuentro con un andamiaje perfectamente apuntalado. El personaje principal, narra desde el Paraíso su particular y doloroso periplo para abrazar la Verdad y describe cada uno de los procesos o estadios previos a ese estado de gracia: Ignorancia, Revolución, Despertar y Propósito.
Hay una cronología que marca de manera lineal el proceso, introduciéndonos al protagonista y su relación con su entorno y los fundamentos ideológicos del poder. Tiene, asimismo, un glosario de terminología acuñada exprofeso para transportarnos a una realidad futurista.
La construcción de la psicología del personaje está muy bien lograda. Recrea con nitidez su atormentado y turbulento mundo interior, su naturaleza rebelde e inconformista, su desapego de los valores sociales y su anhelo por encontrar una realidad acorde con sus ideales.
“Los sueños son un instrumento poderoso y ahora lo sé. Ellos vienen a complementar toda nuestra realidad y a impulsarnos en la vida”.
Resulta evidente que más allá de la narración de una historia de aprendizaje personal, lo que realmente mueve al autor es la necesidad de compartir con el lector su cosmogonía, su visión espiritual y sus fundamentos. El sentido de misión que la impulsa a revelar su concepción de la vida, el amor y la muerte y su visión mística de la realidad.
Aunque por el tono en el que está narrado, Lazarus podría parecer una historia de ciencia ficción y se pude leer así, en realidad es el retrato del mundo actual. El personaje no es más que otra persona como tú, o como yo, comprometida con su verdad y con su búsqueda. Alguien que no acepta que otros le impongan las reglas, que no admite que el poder tome decisiones que le corresponde tomar a él.
La obra posee un lenguaje rico que fluye de forma clara, a pesar de que su contenido puede ser denso para quien entiende la naturaleza metafísica y conceptual del discurso. Hay un sentido poético y colorista en su prosa; es imaginativa y llena de visiones oníricas. Las palabras de su tribu son sutiles y revelan una sensibilidad muy afilada.
“Muerte y nacimiento son la misma cosa. Lo que es viejo, vuelve a ser nuevo. Y lo que es nuevo, en realidad ya envejeció. La muerte aquí no tiene sentido. No tiene sentido porque no existe. Todos los días nacemos. La muerte es el último día de nuestro primer nacimiento, pero también es el primer día de nuestro nuevo nacimiento”.
Originaria de la Ciudad de México, empieza a escribir en su época Universitaria principalmente ensayo y poesía que publica en el periódico Imparcial de Oaxaca, y por la cual recibe una mención como finalista al Certamen Internacional de Poesía Verso Digital (España) en el 2009.
El 2012 fue un parteaguas para su vida. Ella recuerda una conexión cosmogónica con el cierre del ciclo maya y la Travesía Sagrada Maya como un vórtice en su vida. En diciembre de ese año experimentó un encuentro con la Luz y a partir de ese momento, comenzó a tener visiones de la tierra a futuro y a tener una conexión con su Guía Interior: así comenzó la historia de Lázarus.
Después de casi ocho años, el sueño que ella tuvo ha comenzado a cobrar vida. Arianna afirma que, desde que inició la pandemia COVID-19, hemos iniciado una Batalla Espiritual que marca el fin de una época y el comienzo de otra era para los buscadores de la Verdad.
“La verdadera religión es la que experimentamos en nuestra profunda soledad. Nadie puede enseñar el camino de la iluminación con teorías, cada uno debe recorrer su propia muerte, y encarar la noche obscura del alma”. A.B.
