Tras la muerte de un famoso del calibre de don Armando Manzanero, la duda que surge es a cuánto asciende su herencia y si habrá problemas para repartirla.
Pero tal parece que en el caso del compositor recién fallecido no habrá problemas como con otros famosos. Al menos así lo aclaró Juan Pablo, su hijo.
En varios medios se especuló que la fortuna que dejó Manzanero rondaba entre los 500 y los 800 millones de pesos. Sin embargo, eso está alejado de la realidad.
A través de Twitter decidió dejarlo en claro de una vez por todas:
“A todos queridos amigos y también a la delincuencia organizada: mi padre no dejó una fortuna que se dice en los medios y mucho menos mis hermanos, familia y yo estamos divididos, si algo nos enseñó mi padre a sido la unidad el respeto y el amor”.
Además, aclaró que no piensa dar entrevistas a ningún medio, por lo que se trata de su única explicación al respecto.
Sin especificar la cifra que dejó su exitoso padre, Juan Pablo Manzanero al menos informó que no habrá problemas familiares como ocurre con los parientes de otros famosos cuando mueren.
Armando Manzanero cedió su legado en vida
Y es que los conflictos por la herencia fueron evitados por el propio compositor, pues desde 2017 dejó debidamente asignadas las tareas que debe cumplir su familia.
Su acervo abarca más de mil composiciones, ya incluida Este tiempo, la última que deja, dedicada a la pandemia, y casi 500 están registradas en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM). Éstas generan regalías supervisadas por su hijo Diego, que tiene instrucciones de repartirlas a partes iguales a los siete hijos del maestro y a su esposa, Laura Elena Villa.
DIO CASA A SUS HIJOS Y ESPOSA
Desde el inicio de su carrera dio casa a su primera esposa, María Elena Arjona Torres, y a cada hijo de este matrimonio: Armando, Diego, Martha y María Elena. Se encuentran ubicadas en zonas exclusivas de la Ciudad de México y Yucatán. A Mainca, Rodrigo y Juan Pablo también les dio una propiedad en el lugar de su preferencia, como la Ciudad de México y Cuernavaca, además de heredarles su gusto por la música.
Al morir contaba con dos casas que pasarán a ser propiedad de su esposa, Laura Elena Villa. Se encuentran en la Ciudad de México y Mérida, Yucatán.
TAMBIÉN PUEDEN EXPLOTAR SERIES y DOCUMENTALES
Desde febrero de 2017 cedió ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual los derechos de su nombre a su hijo Juan Pablo, por lo que la marca “Manzanero” y “Armando Manzanero” pueden ser utilizadas en discos y materiales póstumos y culturales, así como los derechos para una línea de ropa, calzado y artículos de sombrerería.
Caso distinto a la marca “Celebrando Armando Manzanero”, cedida a su esposa, Laura Elena Villa, por medio de su apoderado, Manuel Reta. Su viuda podrá generar servicios de entretenimiento, actividades deportivas y culturales, discos y materiales póstumos.
Además, disponer de las producciones En vivo desde Chichen-Itzá, documentales y series. Otra de sus personas de confianza es Diego Enrico González Rossi, apoderado de otra variante de sus marcas, las cuales podrán utilizarse en educación, formación, servicios de entretenimiento y actividades culturales que comprenden producción y organización de eventos artísticos, grabaciones de sonido, música, audiovisuales y documentales. Será también el encargado de dividir a partes iguales las ganancias a sus hijos.