Cual si fuera una ciudad bombardeada por “talibanes/Gringos”, el Sur de la urbe meridana- la de 10, según el Alcalde-, esta plagada de “baches”, hoyancos cual si fueran cráteres, imposibles de librar, situación generalizada por los 4 puntos cardinales…
Calles atormentadas por el olvido de años que algún día de hace muchos ayeres tuvieron pavimento petrolizado, luego, sus heridas fueron siendo “parchadas”, uno sobre otro cataplasma que solo sirvió de alivio más no de curación y el cáncer con la edad empeoró…
Empero, el actual alcalde,-Renán Alberto Barrera y Concha-, muy ufano se muestra afanosamente como un posible CANDIDATO a su tercer período, ungido bajo las siglas del PAN, cual si fuera un “Mesías albiazul”, sin más mérito que sus desfiles platerescos vestido a la usanza Uinic.
PURULENTAS…
Mérida necesita entrar al quirófano de urgencias, curarle mil heridas purulentas: iluminación urbana, parques abandonados, mercados insalubres, calles rotas y encharcadas, camellones que dan lástima, señalética inexistente, falta de seguridad, Baldíos cual basureros pestilentes, vialidades atropelladas, dejadez periférica, autorizaciones de fraccionamientos y plazas comerciales sin planeación, comisarías del Siglo XIX, el paso a desnivel cerrado por sus pistolas, etc., un caos que día a día va aumentando sin control…
TRES DECADAS…
O sea, luego de casi 3 décadas de gobiernos panistas, no tiene pretexto para culpar a sus mismos congéneres políticos, que quede claro, la Mérida que con orgullo se togó panista a finales de los años sesentas, ya no existe, fenició, hoy, las nuevas generaciones ciudadanas reclaman un gobierno municipal dinámico, con visión de futuro, con modernidad acorde a los tiempos, de gestaría efectiva, no escudarse en “no es mi área” “es del Estado o la federación”, NO, son salidas por peteneras, lo que la ex “Muy Noble…”necesita la aplicación del millonario presupuesto en lo correcto y urgente, ya bastado presumir lo que no es por la negligencia de quienes se han encaramado en el poder y pueden MAS…
El 6 de uno es la cita.
Dahemont…