LA INSANA DISTANCIA: Seis textos alrededor de la pandemia
Gloria Chávez Vásquez
Sabían, ahora, que hay una cosa que se desea siempre y se obtiene a veces: la ternura humana.
Albert Camus, La Peste.
Se trata de una colección de relatos solidarios con un mundo que vive y sobrevive en tiempo de pandemia y un homenaje al espíritu colectivo de las vidas truncada por el virus.
La idea de este libro le llegó a Francisco Payró, como “un chispazo”. Era el 13 de agosto, del 2020 y caminaba por el centro de Villahermosa, la ciudad mexicana donde reside, mirando, incrédulo, la ausencia de rostros y sonidos familiares. En una especie de rebelión ante el confinamiento y la soledad, se le ocurrió que había que dejar testimonio de esta nueva peste. Para entonces ya el virus se había llevado a miles de personas, entre conocidos, desconocidos y reconocidos. Y no había nada que los gobiernos del mundo pudieran hacer. Días más tarde, Francisco hizo una invitación a escritores, listo para escribir sobre su experiencia. El resultado es La insana distancia.
La tarea de los escritores era, escribir desde la literatura y su experiencia personal. Abundar en el impacto de la pandemia, “en la vida cotidiana, en las relaciones humanas y en el entorno social”. Era un esfuerzo colectivo que ofrecería las ópticas posibles desde las cuales podría plantearse cada texto: los efectos del confinamiento prolongado, las consecuencias de la “sana distancia” así como la modificación de las relaciones personales.
La narrativa de La Insana distancia, invoca imágenes de duelo, cubrebocas o mascarillas, la “nueva normalidad” y como bien dice Payró, “las versiones de la realidad que alrededor del control de muertes y contagios han esgrimido gobiernos de distinta orientación ideológica o política [que] se encuentran inevitablemente en el centro de las historias contenidas en estas páginas”. Al unísono, testimonios y reflexiones, son visiones impactantes.
En mi caso, la invitación de Francisco a participar en este proyecto, vino en medio de la noticia de la muerte súbita de un amigo. Su intervención en la salud de decenas de pacientes que se habían contagiado con el Covid19, había sido un avatar difícil de superar. El fallecimiento de decenas de ellos lo había afectado físicamente. Aunque murió de un infarto, su muerte había sido causado indirectamente por el virus. Las memorias de su afable persona y experiencia como exiliado cubano, inspiraron las imágenes en mí, (inmigrante colombiana), que luego se hilaron en el relato “Un velero en Central Park”. Fue mi homenaje póstumo a la persona y al médico que había dejado huella en mi vida. En medio de la pandemia “apenas comenzaba la caminata y ya estaba cansado” de las calles desiertas, del caos, de su impotencia. Y en su ejercicio diario, que sería el último resume su heroica vida antes de morir.
En “El comienzo de otros miedos”, la educadora y escritora mexicana, residente en Francia, Ana Luisa Bustos Ramón, comienza su reflexión sobre el origen del virus, con la definición de la palabra “amenaza” (anuncio o presagio de un daño) y de “cuento chino” (embuste o mentira disfrazada de artificios). Su análisis sobre las distintas versiones de una conspiración, concluye con su reinterpretación del dilema shakespereano, “Creer o no creer, no es el debate”. Ana Luisa nos cuenta sobre su vida diaria, las medidas sanitarias, los maestros trabajando en las trincheras, sometidos a la improvisación y el teletrabajo. La nueva realidad es la equivalencia del confinamiento al destierro y la libertad del espíritu es ahora la lucha contra el dominio de las pasiones. Sus imaginativas observaciones son las de la artista que contrasta su vida actual con las memorias de su tierra natal y su filosofía la de la “ausencia de las cosas” que ella define como “una constante cíclica” a la que hay que adaptarse porque hay que “aceptar la evolución de la naturaleza” o “las consecuencias de la intervención del hombre en su evolución natural”.
“En el silencio del alba”, dando un sorbo a su café, “tomando conciencia del discreto encanto” de su rutina, “constituida de cosas simples”, sintiendo que “el tiempo pasa y no pasa” Alejandra Preciado Palafox, escritora mexicana licenciada en Ciencias de la Comunicación, inicia su narración “Apuntes desde el aislamiento en el Sur de Francia”. En medio de elecciones, como consejera en el cabildo local y la instalación de medidas públicas para detener el virus en Francia, Alexandra ver la fortuna de liberarse de la rutina establecida. La disposición del tiempo y no tener que engalanarse para salir, estimulan la pregunta ¿cómo y por qué ha permitido que las cosas esenciales pasen a segundo plano? Cosas que se han vuelto inútiles en el armario. El sentimiento de vacaciones que dio paso al tedio para algunos. La conexión digital, los correos, reuniones virtuales y llamadas telefónicas que motiva a otros. “Tenía años sin recordar, que la vida pende de un hilo y se nos escapa a una velocidad increíble”. Frenar el consumo de noticias para tener cordura. La elemental empatía al miedo de los que tiene que asumir el virus. Son temas que Alexandra trata en su agilidad mental y lenguaje claro y ameno.
“Consecuencia de un viernes 13” de Nicolas Ruiz, francés, estudiante de historia en la Universidad de Montpellier, documenta desde su experiencia, los acontecimientos que se suscitaron tras la irrupción del coronavirus en la vida de millones de franceses. Al principio unas largas vacaciones se transforman, gradualmente, en una “realidad aterradora”. En imágenes vívidas, el joven escritor rinde un informe detallado de las medidas en “tiempos de paz”, la crisis económica, el mode survie en el hogar, convertido en “bunker anti pandémico”, la ridícula escasez de papel higiénico, la saturación de los hospitales. Los contagios y muertes se convierten en cifras. Las frustrantes teleclases no dan “espacio para desarrollar un mínimo” y solo el yoga aplaca su aburrimiento. “Necesitamos una fecha final” reclama a sabiendas de que ronda la depresión, disparada por las videoconferencias entre burócratas que dictan ineficaces normas de comportamiento sin ton ni son, y la amenaza de la dependencia económica con China. El argumento para un film de ficción.
El escritor, educador e investigador mexicano, Ramon Bolívar “2020, año de la pandemia: vivir para contarlo” inicia su narración con un antiguo texto derivado de las enseñanzas del filósofo chino, Lao Tse, sobre la naturaleza de la buena y la mala suerte. Hay que entender, advierte, que los opuestos son complementarios y el tiempo, equilibrio entre ellos. Las cosas no son ni buenas ni malas, sino eventos que suceden. Los resultados dependen de nuestra percepción.
“La pandemia nos ha mostrado esa otra oscura realidad de lo que somos -escribe el poeta- la manera como existimos e interactuamos. La nueva realidad impone una forma distinta de coexistencia. El espacio urbano, antes abarcador, se cierra: y con ello aparece un espectro de alteraciones que modifican el entorno social, laboral, familiar: En suma, las formas de organización que concebimos como sociedades modernas, colapsan.” Su comentario enfoca además la “resignificación del silencio” y el “dialogo nuevo consigo mismo”.
“La calle vacía;
la plaza desierta.
Y un silencio enorme
apuntala mi puerta.
“Diario desde el encierro” del escritor y economista Francisco Payró, coordinador y editor del proyecto, es como el mismo lo define, “un registro del pasmo, las impresiones y la incapacidad para entender cabalmente las causas y las consecuencias a escala planetaria de la aparición del virus”.
Es, además, un intento por dejar constancia, de su escepticismo sobre las estrategias mundiales que, en lugar de detener el virus, solo han provocado la resistencia al confinamiento, la imposible inmunidad de los “castillos de la pureza”, y la desolación de “las calles de la amargura”. Una “sana distancia” que “no acabó con un enemigo invisible y que en cambio parece haber profundizado brechas, resquebrajado relaciones y enmudecido el dolor de millones de personas”. Su entrada del 30 de marzo, resume: “Una sociedad con la sospecha instalada en la psique puede ser la resultante de este auto encierro obligatorio al que -como compensación por nuestra renuncia a cierta porción de libertad- disfrazamos de voluntariosa conciencia social”.
En conjunto, se trata de una cronología de la pandemia, ilustrada por las cancelaciones de eventos, el pánico inicial, el primer caso de contagio en el entorno social y particular. El cierre de restaurantes, negocios, escuelas, iglesias. La cercanía de la muerte.”. Payró cita al economista español, Emilio Carrillo, quien predice que, con esta pandemia, “comenzamos a habitar como nunca antes un mundo distópico Su comentario de que la banalización de las muertes, reducidas a simple estadísticas es quizás la consecuencia más ominosa de la nueva peste.
La insana distancia es un libro publicado por los servicios editoriales de Basilisco Ediciones con licencia de Creative Commons Reconocimiento 40 Internacional. Las ilustraciones y diseño de portada son de Web Pixabay.
La primera edición de La insana distancia estará disponible de forma gratuita en su formato digital. La presentación y lanzamiento será llevado a cabo a partir del mes de abril. Para más información, acceda a la página digital www.lainsanadistancia.com