Nuevas Alas
Melisa Cosilión
Hay un cúmulo que se niega a salir,
que retoza en el costado izquierdo de mi pecho.
Llevo días asechando
la lluvia de besos que traía la temporada
cercana al mes de mayo.
Aunque escuché el crujir de mis tobillos,
y alcancé a cubrirlos con arcilla,
aunque el grito que regalé a la noche
no tuvo eco en los oídos que quería,
a la tercer mañana brotaron nuevas alas,
destruyendo el papel y el micelio
con que estaba cubierta mi espalda.
No busco, no espero, no llamo, no pido. No.
Para la vida le ofrezco mis alas…