RADIOGRAFÍAS
Binomio. Hombre-caballo
NORMA SALAZAR
La mancomunidad entre hombre y caballo inició más de 6000 años a través de los siglos los corceles han apoyado al hombre en menesteres agrícolas, batallas, cabalgatas y, los carruajes fueron el vehículo de transporte por excelencia en su época. Éste noble animal ha andado a la par con el hombre a lo extenso de la historia de la humanidad, indudablemente en la historia y la literatura en el cual está presente. En las cuevas de Ekain, situadas en el país Vasco de España se descubrieron los primeros reconocimientos pictóricos realizados por el hombre que incluye a los caballos.
En tiempos antiguos de la Grecia la mitología narra que existió el primer centauro cuyo nombre fue Quirón en las tierras de Tesalia, un ser deforme mitad hombre mitad caballo. Hijo del titán Cronos quien se transmutó en equino para que su esposa Rea no descubriera su infidelidad. Simbólicamente el caballo representa la pasión, la sensualidad la vida asimismo la contraparte está escrita en el Apocalipsis anunciando destrucción, la muerte vendrá un caballo negro.
Con este breve preámbulo, hurgaremos un libro cuyo título es Gestos del Centauro, Ediciones Periféricas, Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura, 2021 de la autoría del periodista, editor y ensayista Marcos Daniel Aguilar. Un binomio de dos partes del libro 1. Pincelazos como crines y 2. Utopías del Centauro distribuidos en 8 ensayos breves fáciles de comprender, en estas 8 lecturas observamos la vasta diversidad de la mancuerna tan estrecha animal-hombre, hombre-animal parece una metamorfosis entre la vida del ser humano, retrata en litografías, grabados, lienzos, óleo, paisajes que cuentan hazañas a través de su lenguaje como leemos Monografía desbocada del infausto César Hipólito Bacle “Egerton, quien a través de sus manos y las hojas de papel atrapó episodios de la vida nacional con la litografía y el óleo: las vestimentas de los aristócratas y gobernantes, de los trabajadores rurales y urbanos, quienes realizaban sus labores diarias arriba de un caballo o en carretas, que en siglo XIX fueron el medio de transporte más importante para la humanidad” La lidia a caballo fue primero para torear al toro en la que los caballeros montados ejecutaban las suertes de rejonear, picar y herir. Su momento relevante del rejoneo fue durante el siglo XVII grandilocuente representación de montar a caballo al estilo de la jineta, inconfundible monta de los españoles durante esa época. En el capitulo Pinceladas del rejoneador: Raúl Anguiano, el pintor jalisciense dibuja “el mexicano pintó la fiesta con colores parcos, sepias, blancos y negros, tonos que reflejan sutilmente las siluetas del centauro con la espada a la puya que desvanece y se convierte en sentimiento, para contrastarlo con la algarabía del instante”
En la obra clásica de La Iliada encontramos la narrativa el rol significativo como apoyo necesario, un experimento de transporte de guerra, como inesperado protagonista en forma de escultura. Un símbolo de ofrenda de paz para el pueblo troyano, más allá del símbolo es un transporte el carro tirado por el caballo de Aquiles le permite arrastrar el cuerpo inerte del vencido Héctor 3 veces a la redonda de la ciudad amurallada de Troya como venganza por la muerte de Patroclo. Reiteremos en el apartado Cabalgata del caribeño Saint-John Perse “Las armas y bestias, en ese remoto tiempo, sólo eran herramientas de trabajo y no utensilios para el asesinato”
Ahora bien, estos ensayos concerniente al binomio hombre-animal Aguilar trae a los lectores un conocimiento más extenso del género fabulística, mítico, religioso, cultural y socioeconómico. En primer término un cuestionamiento entre estos 2 personajes unidos con un solo fin para realizar diferentes actividades y, de qué manera ha evolucionado a través de la historia de la humanidad.
Un animal que actúa como hombre, a su vez, esta presencia equina ha cambiado suficiente acorde a las necesidades de sus dueños. En su nota de autor Marcos Aguilar se ha preguntado e investigado en años anteriores del 2009 y 2013 sobre éste personaje y, nos aclara sus inquietudes
“El gesto del centauro se presenta cuando un artista, sin capturarlo en su estado natural o mitológico, se funde con él. El gesto se halla en la pregunta. ¿cuántos equinos más habrá escondidos entre las historias que leemos y vemos? ¿Cuántos podrán hablarnos sobre nuestra propia existencia en la Tierra? Además, y por partida doble, el centauro se presenta en la forma del ensayo, un género interpretativo, descriptivo y analítico, pero también narrativo y hasta poético, razón por la cual Alfonso Reyes lo denominó “el centauro de los géneros”, por su condición hibrida, elemento que constituye justamente a este libro”
Este compendio de ensayos invita a los lectores gozar un conocimiento más amplio de la diversidad del género su importancia a nivel social, cultural, académico, histórico y por supuesto literario al constituirse en intertextos que va más allá de un análisis literario e histórico y todo esto se encuentra en la fascinación de la imaginación con el asombro de poder sumergirse en esos hábitats geográficos, ambientes de los personajes involucrados con el ser vivo.
Otras disciplinas como el cine son también cautivados por este binomio, por ello otro grande la literatura universal no podría quedar fuera en estos Gestos del Centauro, en este macromundo encontramos en escenas del séptimo arte el hábitat del zoológico, un mundo donde se encuentra una diversidad de animales; ahí, el mundo de la imaginación es el detonante para todo niño o el adulto, se transporta aquél lugar mágico.
El autor argentino Jorge Luis Borges recurre a éste mundo mágico a través de sus letras cuenta y personifican imágenes fantásticas; figuras mitológicas en su Manual de zoología fantástica reitera en el siguiente fragmento Borges visita al zoológico
“La siguiente figura caballezca presente en este bestiario fantástico es el Centauro, del cual el autor de El Aleph prefiere sobre el resto de las criaturas diseñadas con formas heterogéneas, ya que para él es el más armonioso, pues la combinación caballo-humano le resulta una mezcla perfecta, como perfecto es el binomio cuando un jinete monta a su caballo de andanzas”
Estos ensayos son un breve acercamiento del autor con sus interrogantes de lo que ha significado este noble animal en la vida del hombre y, como lo han representado en los distintos lenguajes representativos que han valorado su razón de ser.
Termino ávidos lectores Gestos del Centauro un libro muy ameno e interesante para acércanos a estos personajes que han caminado a través de la historia y los ha perpetuado la literatura. Una dualidad enlazada caballo-hombre para cumplir trabajos, actividades diversas, hazañas, etcétera.