Mariel Turrent
Padecimientos literarios y otras afecciones
Soledades*
Quisiera gritarlo
y tal vez no se asuste nadie
Tal vez, ni siquiera se sorprendan
Algunos sacarán sus conclusiones:
¡Claro es tan sensible!
¡Pero se ve tan varonil!
Y luego guardarán silencio
como esperando la broma
Quisiera gritarlo y lo grito:
¡Me gustan los hombres!
No, no es una broma
lo digo en serio
Me gustan los hombres
No hubo más sonrisas
Nos invadió un silencio
frío
sepulcral
que nos fue alejando
*A propósito de la novela de la autora
Hasta el último vuelo