TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
TU CUERPO/TUS EMOCIONES
Tu cuerpo reacciona dependiendo de la calidad de tus pensamientos. Cuando tus pensamientos son recurrentes hacia algún evento, se van formando redes neuronales en nuestro cerebro que se fijan como hábitos y en algún tiempo sin darnos cuenta, respondemos en forma automática. Al pensar de determinada manera se producen neuropéptidos y hormonas que nos ayudan a reaccionar de alguna forma en especial, cambiando la química de nuestro cuerpo, las cuales mandan señales epigenéticas ( cambios que activan o inactivan los genes, sin cambiar la secuencia del ADN a causa de la edad y la exposición a factores ambientales, que modifican el riesgo de enfermedades y a veces pasan de padres a hijos) a nuestras células, activando los sitios receptores de las mismas, que regulan el ADN, y hay una expresión de las proteínas (para el buen funcionamiento de nuestras células), por lo tanto una expresión hacia la vida, lo cual puede desencadenar en dos vertientes, una como la salud del cuerpo y la otra como una enfermedad según sea el caso.
Últimamente se ha hablado mucho acerca de que los pensamientos nos pueden traer la salud al cuerpo.
Las emociones elevadas frente a las emociones limitadas es lo que vivimos día a día y hay que saber identificarlas para inclinar la balanza hacia las emociones elevadas.
Las emociones elevadas atraen emociones creativas y de altruismo Vs. las emociones de supervivencia que atraen egoísmo
Las emociones elevadas, nos llenan de agradecimiento, amor, alegría, inspiración, paz, plenitud, confianza, conocimiento, presencia, empoderamiento, etc.
Mientras que las emociones limitadas nos llenan de duda, miedo, ira, inseguridad, preocupación, ansiedad, enjuiciamiento, competitividad, hostilidad, tristeza, culpabilidad, vergüenza, depresión, lujuria, etc.
En el transcurso del día vamos pasando de una emoción a otra sin darnos cuenta, a veces lo hacemos por lo que vamos viviendo, pero en otras ocasiones lo hacemos solamente al pensar o recordar algo, que nos hace tener emociones elevadas o limitantes sin que pase nada externo a nosotros.
La mente la dividimos en dos: mente consiente y mente subconsciente
La mente consciente la usamos en solo un 5% siendo lógica, nos hace razonar, nos hace ser creativos y de ahí tomamos el libre albedrio gracias a que la podemos controlar, aunque no lo hacemos muy bien en la mayoría de los casos.
La mente subconsciente nos esta dominado en un 95% al no poder tener control sobre ella, y se representa como las habilidades que tenemos hacia algo, como los hábitos adquiridos a través de repetir acciones, en reacciones emocionales que aparecen algunas veces para ayudar y en otras para hacernos sentir mal, en conductas programadas hacia algo, y en respuestas condicionadas por el entorno, en recuerdos asociativos, en pensamientos y sentimientos rutinarios, en actitudes en nuestra cotidianidad, en creencias que nos han sido impuestas sin ni siquiera cuestionarlas y en las percepciones que tenemos de los acontecimientos que vamos viviendo, así como las emociones que a veces no son las mas adecuadas y como expliqué en el texto anterior gracias al secuestro amigdalar, en el que solo vemos lo negativo y nuestra percepción no logra ver ni escuchar con una completa claridad de la vida, sino con la ilusión que nos hace imaginar cosas que no son o que tememos.
También contamos con un sistema de memoria de los conocimientos adquiridos y de las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestra vida, y recuerdos declarativos (explícitos) de lo que queremos seguir recordando.
Y una mente analítica, que son los recuerdos no declarativos (implícitos) en los cuales condicionas al cuerpo a ser la mente, están los estados subconscientes, las experiencias repetitivas, las reacciones emocionales.
Y todo esto está implicado para poder tener una buena salud tanto física como mental, y de no tener control en lo que pensamos, podemos hacer que nuestro cuerpo, deje de estar alineado y comience a enfermar.
Una buena salud depende de tener el eje de integridad en equilibrio, manteniendo alineado el centro mental que es lo que pensamos, el centro emocional que es lo que sentimos y el centro motor que es lo que hacemos, esto nos garantiza una salud plena, que, aunque afuera estemos pasando frente a la enfermedad, no enfermemos; que, aunque estemos ante una crisis, no nos afecte, etc.
La base de una buena salud es nuestra mente sana.
“Estoy en perfecto equilibrio, estoy física y emocionalmente conectada y curada. Estoy libre de preocupación y estoy en paz con quien soy”
Louise Hay
“Somos las únicas criaturas de la tierra que pueden cambiar su biología por lo que piensan y sienten”
Deepak Chopra